Sogamoso en el 49º Festival del Mono Núñez

Por: Mg. Calixto Araújo Monroy*

Encuentros como el Festival Mono Núñez, que este año llega a su cuadragésima novena edición, han entendido la profundidad y la importancia de lo que es mantenerse en la historia. Es para reunir y promocionar a los artistas que profesan culto e interpretan, de forma brillante, nuestra música tradicional andina y que, año tras año educa, cultiva y promueve la música nacional.

El Festival —que tiene lugar anualmente en el municipio de Ginebra, Valle del Cauca, este año se llevará a cabo entre el jueves 8 y el domingo 11 de junio— es el resultado del esfuerzo de una fundación que tiene como misión la proyección artística y educativa; así como también la circulación musical de proyectos municipales y departamentales.

La potencialidad que supone lo cultural generalmente es vista, muy seguido, por la gobernanza y la administración pública solamente como contenidos artísticos porque tienen el poder de sustituir contenidos, nombres, espacios y dimensiones, únicamente a criterio de esa administración y gobernanza. Muy a menudo y en diferentes espacios municipales, departamentales o nacionales escuchamos a los que orientan esas políticas expresarse con frases como: no patrocinemos más este ciclo de cine; la danza clásica la cambiamos por danza popular; la circulación en los parques se trasladará a las veredas; haremos un gran coro nacional con cantantes profesionales; el plan de música se convierte en el plan de bandas y tantos otros ejemplos que podrían anudarse a esta visión de unos contenidos por otros.

Obviamente, cuando la posición de gobernanza y poder, por la misma lógica democrática y política, se pierde, el nuevo movimiento de gobernanza sustituirá los contenidos anteriores por otros de su agrado.

Sin embargo, la política cultural de un municipio, departamento o nación debe tener otras dimensiones que realmente la conviertan en procesos evolutivos artísticos y culturales permanentes, como espacio transformador de una sociedad, sin importar el cambio político: por ello son mínimamente decenales y construidas con el sector y la comunidad.

El acercamiento y práctica de la música –como espacio para su conocimiento, experimentación y disfrute– es un derecho de todo ser humano independiente de su condición social, credo, convicción política, identidad de género y vocación profesional, que ha venido proponiendo el Plan Nacional de Música para la Convivencia, PNMC, del Ministerio de Cultura, a través de las Escuelas Municipales de Música, fruto de las cuales son la mayor parte de participantes en el Festival Mono Núñez. Este año Sogamoso estará representado dignamente por artistas jóvenes y muy profesionales:

El Trío Trémolo en la modalidad instrumental, conformado por Roger Barrera (bandola), Daniel Hernández (guitarra) y Esteban Hernández (tiple) quienes actuarán en su primera presentación ante público y jurado el viernes 9 de junio a las 8:00 pm. En la categoría de Solista Vocal estará María Paula Acevedo Tibavija, acompañada por Cristian Plazas en la guitarra, su presentación está prevista para el jueves 8 de junio a las 8:00 pm.

El Mateo Ibarra es un espacio para el encuentro y allí, sin las presiones del concurso y la calificación, han sido invitados en la categoría infantil: Devanhi Montoya solista vocal cuya presentación ante el público será el viernes 9 de junio a las 10 a. m. y Yaidy Lindsay Bonilla actuará el día domingo 11 de junio a las 10 a. m. Estarán acompañadas por Roger Barrera Izquierdo en la guitarra y Esteban Hernández en el tiple.

Desde la Administración Municipal Sogamoso, Tarea de Todos, la Secretaría de Cultura y Patrimonio y la Escuela de Música Jorge Camargo Spolidore, les deseamos los mejores éxitos a nuestros artistas embajadores de la música y la cultura sogamoseñas. ¡¡¡Enhorabuena!!!

Director de la Escuela de Música Jorge Camargo Spolidore*

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