Pregones
Jugaditas o tretas
Por Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez
Envalentonados salen, sin sonrojarse, a publicar burdas copias u originales sobre avances de películas o producciones para tratar de impactar (mentir) sobre algo que es parte de captar, arrastrar, matricular, activar o engañar a cautivos para que difundas supuestos logros, acciones o actividades en sus maltrechas estrategias de publicidad o posicionamiento, a punta de “golpes de opinión, jugaditas, tretas, acuerdos, encuestas, alianzas” y otras palabrejas, rimbombantes por estos días, tanto en los escenarios del mundo, como en tinteaderos u oficinas locales o regionales.
No se puede ser tan ingenuos, o rayando en la estupidez, para dejarse envolver o crear imaginarios que todas las triquiñuelas que salen a relucir y ondear por estos días, hacen parte de una muy calculada jugarreta que aprendieron a hacer al interior de sus vidas, hogares, directorios, empresas politiqueras o grandes movimientos, disfrazados de partidos que avalan o coavalan, señalan o desplazan, bendicen o sacrifica, para satisfacer sus ambiciones que no tienen límites y así actúan.
Hay que abrir bien los cinco sentidos, y en especial ojos, olfato y oídos, porque para poder saber cómo actúan las manos hay que dejar que las instancias de control actúen, procedan y dejen sus decisiones a la luz pública y no dejar de agudizar el gusto, no por la viandas que ya no ofrecen en las multitudinarias reuniones o en los bazares, sino porque como dicen o dijeron por allá en el siglo 17, y sigue más vigente que nunca, con el posicionamiento dado por un bachiller que nunca segundas partes fueron buenas y aplica para los que a la fuerza se imponen o así lo hacen creer.
Muy válido ser rebeldes, pero con causas, y no tratar de dividir con calificativos de esclavistas y así dividirnos para poder hacer de las suyas y sí que lo harán de nuevo, pues en su primera etapa lo hicieron a sus anchas, lo que hoy los tiene impulsado o con plataformas para pensar en repetir.
No se compadece jugar con quienes han hecho ejercicios democráticos de prepararse, postularse, lograr apoyos, invertir recursos, esfuerzos, consensuar con contradictores, ratificarse por firmas y luego embaucarlos en encuestas, para que así, atraídos por una supuesta unión (con impredecibles cumplimientos) y así no apoyar con recursos y dinero a que les trabajen a uno -que con su poder manipulador- que es el único que saldrá ganando… y los otros serán puestos en cargos que saldrán del erario y así todo sigue igual, y pregonan grandeza, dignidad, mejorar y un supuesto porvenir con “titiriteros” que buscan regresar a sus nuevas funciones o presentaciones, para seguir de gamonales. Y donde no hubo presencia, que esperen, que voten y luego hablan, y así se burlan.
Y qué decir de las grandes maratones de inauguraciones, entrega de obras y recursos y esas emocionantes ceremonias y en sus discursos sacar en cara, pasar cuenta de cobro (¿adelantaron tantos proyectos?) , y hasta condicionar, con la anuencia de los de turno, que esto se deba al X o Y, al que ya se fue y quiere volver, a los que tienen la firma en sus manos para seguir haciéndolo por 4 años más… o para que por puro temor no haya otras alternativas, cuando se deben abrir espacios para gobernarnos, no seguir haciendo sus propios equipos pero el ardid tiene doble fondo… ¿o volverán equipos con espirales del silencio o las manipulaciones con dibujitos y frases emocionales?
Fibras sensibles por estas horas se viven en familias o grupos, que son activistas, astutos, pregoneros, cuando la verdadera estrategia es la de escuchar las peticiones y necesidades de municipios y para nuestro caso las provincias, que se deben fortalecer el 30 de octubre, con los resultados y despojados de colores desteñidos, con intereses propios e integrados, como en su momento lo pregonamos por estas líneas, siempre pensando en todos y no en pocos o los mismos.
