Los riesgos ocultos de dar huesos o golosinas de carnaza a los perros

En los hogares de todo el mundo, los perros son considerados no solo como mascotas, sino como miembros de la familia. Los dueños de perros a menudo hacen todo lo posible para asegurarse de que sus fieles compañeros tengan una vida feliz y saludable. Sin embargo, a veces, los gestos de amor pueden resultar peligrosos sin que ni siquiera lo sepamos. Uno de esos gestos aparentemente inofensivos es dar huesos o golosinas de carnaza a los perros. En esta ocasión, queremos llamar la atención sobre los riesgos ocultos de esta práctica aparentemente benigna.

Los huesos de carnaza, a menudo comercializados como una forma segura y saludable de mantener entretenidos a los perros, pueden ser mucho más peligrosos de lo que cree la mayoría de los dueños de mascotas. A pesar de su popularidad, los expertos veterinarios advierten sobre los riesgos asociados con estos huesos y han documentado una serie de problemas de salud graves que pueden surgir como resultado de su consumo.

La carnaza es un subproducto de la piel de la vaca, es un cuero que se somete a diferentes procesos químicos con compuestos que son altamente tóxicos como el arsénico o el formaldehído, usando también barnices para mejorar su apariencia, por lo tanto, la ingestión de huesos o golosinas de carnaza puede llevar a enfermedades graves a su mascota.

Uno de los riesgos más evidentes es el peligro de asfixia. Los huesos de carnaza no se degradan de forma correcta por lo cual puede causar obstrucciones en la garganta o el tracto gastrointestinal, ya que tienden a volverse pegajosos. Esto puede causar graves problemas de salud, como dificultad para respirar, vómitos, diarrea e incluso la muerte si no se trata a tiempo.

Además, los huesos de carnaza pueden astillarse en trozos afilados que pueden dañar el sistema digestivo de los perros. Estas astillas pueden causar laceraciones en el esófago, el estómago o los intestinos, lo que resulta en dolor, infecciones y cirugías costosas para eliminar los fragmentos peligrosos.

Otro riesgo importante es el desgaste dental. Aunque algunos afirman que masticar huesos de carnaza puede ayudar a limpiar los dientes de los perros, los expertos señalan que estos huesos son en realidad demasiado duros y pueden dañar los dientes de los caninos, lo que lleva a fracturas dentales y problemas a largo plazo.

Entonces, ¿qué deben hacer los dueños de perros preocupados por la seguridad de sus mascotas? En lugar de ofrecer huesos de carnaza, los expertos veterinarios recomiendan alternativas más seguras, como juguetes masticables diseñados específicamente para perros o golosinas de calidad que han sido probados y aprobados por profesionales veterinarios.

Aunque puede parecer un gesto amable darle a su perro un hueso de carnaza para masticar, los riesgos potenciales superan los beneficios aparentes. La salud y seguridad de nuestros queridos compañeros caninos deben ser una prioridad, y tomar decisiones informadas sobre su alimentación y entretenimiento es fundamental para garantizar su bienestar a largo plazo. Evitar los huesos de carnaza es un paso importante en esa dirección.

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