Plan de Desarrollo fortalecería emprendimientos femeninos

Plan de Desarrollo fortalecería emprendimientos femeninos

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

“El cambio es con las mujeres”. Así quedó titulado en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026 el apartado que introduce una serie de propuestas con las que el Gobierno de Gustavo Petro, pretende fomentar la inclusión social y económica de las mujeres.

Desde el Departamento Nacional de Planeación se ha mencionado que el enfoque de género es un tema transversal en el PND, y el proyecto plantea metas como lograr 1,83 millones de colocaciones de mujeres a través del Servicio Público de Empleo, alcanzar la formalización de 18.600 títulos de tierras para mujeres rurales, o que 50% de los cargos a nivel directivo en entidades públicas los ocupen mujeres.

Particularmente, el artículo 57 del proyecto habla de la promoción de la autonomía y el emprendimiento de la mujer, y para ello propone que el Fondo Mujer Emprende, creado en 2020, se transforme en el Fondo para la Promoción de la Autonomía y el Emprendimiento de la Mujer.

“El objeto del Fondo será diseñar e implementar acciones e instrumentos financieros y no financieros destinados a apoyar y financiar los proyectos e iniciativas” relacionadas con emprendimientos, formalización y fortalecimiento empresarial.

Este Fondo será administrado por la Vicepresidencia y contará, según propone el Plan Nacional de Desarrollo, con recursos provenientes del Presupuesto General de la Nación, aportes de entidades públicas o privadas, nacionales o internacionales, o por particulares; recursos de cooperación nacional o internacional y donaciones.

Otras medidas en relación con las mujeres que propone el Plan tienen que ver con la creación del Programa Nacional de Casas para la Autonomía de las Mujeres (artículo 274), con el que se busca dar acceso a programas, proyectos, servicios y acciones que fomenten la equidad de género.

Para Luz Karime Abadía, docente de la facultad de Economía de la Universidad Javeriana, muchas de las brechas de género se crean desde temprana edad, en la crianza y la educación, por tanto, asegura, es ideal que se creen políticas que reduzcan las desventajas que enfrentan las niñas en su formación, para evitar desigualdades adicionales en la educación superior, el mercado laboral y en otros ámbitos de la vida.

Otra medida con enfoque de género en el Plan está en el artículo 275 propende por una mayor supervisión del programa de adjudicación de tierras para mujeres rurales, con el fin de corregir la distribución inequitativa de derechos de propiedad y favorecer a las mujeres.

De acuerdo con Planeación Nacional, “las mujeres estarán en el centro de la transformación productiva y se buscará aumentar el empleo, permanencia, remuneración, protección social y su liderazgo, particularmente en sectores que representan apuestas de crecimiento para el país”.

A pesar de ello, un análisis elaborado por la Red Nacional de Mujeres, organización independiente que participó de los Diálogos Regionales Vinculantes para construir el Plan, aseguró que sólo una de las cinco transformaciones del Plan, la de seguridad humana, cuenta con medida de género y que sólo 4% del articulado del plan de desarrollo tiene este enfoque.

Sistema de cuidado

Otro tema que cobra relevancia en la política para la mujer del Gobierno de Gustavo Petro es la creación de un Sistema Nacional de Cuidado, contenida en el artículo 86. Y una de las metas que propone el documento del PND es la reducción en las horas semanales que en promedio dedican las mujeres jefe de hogar a labores de cuidado, para que pasen de 22 a 19 horas en promedio.

“El Plan habla de que el ‘cambio es con las mujeres’ y se busca cerrar las brechas de género, los sistemas de cuidado son uno de las estrategias necesarias para esa autonomía económica”, aseguró Ana Isabel Arenas, integrante de la mesa de economía feminista de Bogotá.

Según la experta, dicha autonomía pasa por dos pilares: acceso a ingresos y acceso a tiempo propio, ya sea para formarse o trabajar en labores que no sean trabajo no remunerado.

“Están bien esas metas, pero hay una pequeña crítica a este indicador. Se tiene que tocar la división sexual del trabajo, que no sean las mujeres quienes sigan estando ahí. Es importante que se hable de políticas que ayuden a reducir el tiempo que dedican a estas labores, pero en paralelo hay que propender por una redistribución real”.

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