Pregones Ataques a diestra y siniestra

Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

No evolucionamos en los mínimos de convivencia. Es así que no se respetan fechas especiales, de integración familiar en el eje de las madres, de un acto religioso en memoria de un integrante de las fuerzas militares, de un encuentro deportivo, de una de las partes del congreso, de tener un hijo “fruto del amor”, del libre desarrollo de la personalidad, de compartir áreas comunes, de estar en un espacio público, en una reunión de gobernantes que se atreven a revivir el tema del federalismo y tantas otras situaciones que nos debieran comprometer a no atacarnos, pero de verdad, y YA!

No faltan las indirectas, la echada de vaina, el señalamiento, el recorderis, el chiste con doble sentido y la sonrisita socarrona que sirve de defensa, trinchera o manejo de las debilidades que poseemos para enfrentar el reto de ser el articulador, el ejemplo social o por lo menos en comportamiento y la “sacada de clavo” por una animadversión -mínima o grande, propia o heredada-, con las secuelas que se reviven en audiencias públicas, vociferando y salpicando a todos quienes hicieron pactos de silencio, ya no están por estos parajes o se prestaron para todo. Graves.

Que se van a generar más conflictos: no lo dudemos, no hay altura institucional, los acuerdos están pegados con babas, las contrapartes ponen “pares” como si dirigieran el tránsito en sus pueblos, los aspirantes a todo buscan salar las heridas, los ambiciosos aceptan compartir presidencias, los incautos felicitan para que los vena en redes y tengan en cuenta, los descuidados dejan traslucir sus ganas de estar en titulares y los aduladores que no los dejen por fuera de los llaveros.

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Estamos en plena época de la ideología de atacar, a diestra y siniestra, de no dejar títere con cabeza, de estigmatizar para luego tratar de rectificar y en ella se derraman -en prosas y versos- para no decir nada, en confundir, dividir, traducir, clasificar, a su conveniencia, y hasta perfilar (que palabra tan horrorosa en ése contexto) y así lograr comparar los réditos que se dejaron de recibir y pasar las cuentas de cobro pendientes, o seguir definiendo las convocatorias a su gusto y con las consabidas manipulaciones a la carta. Vamos de mal en peor y eso que nos cobijaron en el cambio de formas, fondos y actores, pero al parecer más valen las luces o tintas camaleónicas, la novedosa inteligencia -manipulada por sus intereses-, y manoseando a otros poderes y tal cual desacierto gobernando.

Y qué tal llegar a arremetidas, entre sabios y neófitos, en temas como los que nos vienen afectando por estos días, con los llamados feminicidios, dejando de lado los contextos de cada caso en su indivisibilidad. Al parecer, dicen los expertos, es que no hubo entronización de la educación impartida y quedaron vacíos de la personalidad y tantas situaciones que nos duelen por sus afectados y ahí es donde nos toca a todos, pues en esa descomposición se va perdiendo el rumbo.

Disidencias, dejando panfletos amenazantes u oportunistas haciendo de las suyas en ciudades patrimoniales, reviviendo actos de Ilegalidad, vacunas, cobijados por mesas de negociaciones, jugando al que gana y pierde –por colores desteñidos- y socavando a una sociedad que es fuerte y vertical. Otros juramentando en altos cargos a los que se llega por atracciones u afrentas.

Aprobado ya el Plan Nacional de Desarrollo, que los dioses permitan sea traducido con recursos para las regiones y que los futuros gobernantes tengan la inteligencia –no solo artificial- de convertir en parte de sus programas y gestiones, para  no tener que hacer avisos parroquiales como los de aumentar los aranceles y dizque es para proteger a los campesinos; vaya contradicciones.

Se vienen sesiones extras, por sacar sus “ambiciosas” reformas, y seguir jugando con las necesidades sociales, con el erario, con las manos siniestras de sus ordenadores y de moldear sus conveniencias.

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