San Pablo de Borbur impulsa el cacao sostenible
En el municipio de San Pablo de Borbur se está promoviendo una destacada iniciativa de cacao sostenible, fruto de un reciente acuerdo de cooperación con el Proyecto Mi Cacao.
Este acuerdo se formalizó en el evento titulado “El Cacao Sostenible como Motor de Transformación Social y Ambiental en Boyacá”, que reunió a diversas organizaciones cacaoteras de la provincia, además de la Cámara de Comercio de Tunja, Corpoboyacá, Solidaridad, la Escuela de Empresarios de Quebec y la Institución Educativa Pablo Valette.
Durante el evento, se estableció un acuerdo clave para implementar una herramienta tecnológica destinada a la trazabilidad del cacao y la erradicación de la deforestación. Esta iniciativa busca transformar la producción de cacao como un motor de cambio social y ambiental para la región de Boyacá.
La Fortaleza del Cacao en Boyacá
Desde 2007, los municipios de Pauna, San Pablo de Borbur y Otanche han desarrollado proyectos alternativos exitosos. A la fecha, 1.267 familias, de las cuales el 50% son beneficiarias de estos proyectos, han visto mejoras significativas en sus vidas. Recordemos que, en los años 80, la región sufrió una devastadora guerra relacionada con el comercio de esmeraldas, que dejó más de 3.000 muertos y un legado de violencia.
Sin embargo, con el tiempo, hoy la región forma parte de la Red Nacional de Cacaoteros, conformada por 27.000 familias de todo el país y cerca de 4.500 familias productoras, agrupadas en 23 asociaciones legalmente constituidas que están trabajando activamente por Boyacá. Gracias a este esfuerzo, los agricultores boyacenses lograron producir cacao de alta calidad, lo que les valió el prestigioso Premio Cacao de Oro en 2014, otorgado por la fundación suiza SECA.
Para 2021, el cacao de San Pablo de Borbur fue seleccionado como una de las 9 muestras para participar en el Premio Internacional del Cacao, representando a Colombia en el galardón más importante a nivel mundial y marcando el primer paso hacia el Salón del Chocolate de París, Francia.
Hoy, el municipio de San Pablo de Borbur demuestra que, a través del cacao, no solo está contribuyendo al desarrollo económico, sino que también está avanzando hacia una sostenibilidad ambiental.
