…Y CON EL BATE DANDO

Por: Rafael Antonio Mejía Afanador
Los países decentes tienen alguna legislación para regular el ejercicio de la protesta. Algunos más laxos que otros, pero no dejan de ponerle la lupa al asunto. Incluso el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 21), reconoce el derecho de reunión pacífica, obviamente, con las restricciones locales de cada país.
Por eso resulta inconcebible e insólito el energúmeno y primitivo comportamiento de un ciudadano de bien, concejal de Medellín, llamado Andrés Felipe Rodríguez, a quien ‘cariñosamente’ llaman El Guri. El pasado martes 7 de octubre, durante una marcha pro palestina, garrote en mano, como cualquier salvaje salido de los chiros salió a vociferar y amenazar a quienes ejercían su legal derecho a la protesta. Cuando alguien le reclamó por qué estaba vestido de negro, como los oficiales del Undmo (antes Esmad) el simpático ciudadano espetó: ¡PORQUE SE ME DA LA GANA! Y adornó su frase amenazando que “lo seguiré haciendo”.
El contexto es el siguiente: Así como el gentilicio colombiano es asociado internacionalmente con narcotraficante, los palestinos son estigmatizados como terroristas sobre todo por parte de algunos gringos, los sionistas (que son sus primos hermanos), y los despistados de la derecha colombiana, que imitan como micos todos los movimientos del pato Donald. La narrativa cogió vuelo y la gente divinamente, caray, ve al ciudadano palestino literalmente como un bárbaro dispuesto a matar y hacerse matar. Es bueno aclarar que aquí la gente de bien jamás entenderá la diferencia entre un israelí, un árabe, un palestino…o un camello. Así estamos… ponga el tema en la mesa y sorpréndase.
Estudios científicos han demostrado que judíos, palestinos, sirios y libaneses comparten una línea genética común que se remonta a más de 4.000 años. Según Harry Ostrer, director del Programa de Genética Humana de la Universidad de Nueva York, “judíos y árabes son realmente hijos de Abraham” y han preservado sus raíces genéticas desde las tribus semíticas que habitaron la región. Un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén también reveló que judíos y palestinos tienen paquetes genéticos casi idénticos, lo que refuerza la idea de un origen compartido. Es decir, ambos son semitas, descendientes de Sem, uno de los hijos de Noé.
Lo que los une es más que lo que los separa, pero lo que los separa es más grande que lo que los une: el territorio. Y ahí tocaría preguntarles a sus majestades británicas y a los franceses cuáles fueron las burradas que hicieron al prometerles el mismo premio a dos competidores. Más o menos como si yo, en mi inmensa bondad, empatía y bonhomía les ofreciera, para que se instalen, a dos grupos de inmigrantes la casa del vecino… y después se la doy al que se me dé la gana. Basta con ver la Declaración Balfour y el acuerdo Sykes – Picot.
No vamos a tocar las causas ancestrales, religiosas, geopolíticas ni económicas de este conflicto. Si lo quieren saber más a fondo, lo pueden consultar aquí: análisis del conflicto palestino-israelí.
Lo cierto es que allá no hay una guerra: hay un exterminio sistemático y bien planificado que tiene tras de sí unos intereses bien oscuros entre los cuales el más claro es el dinero. Pero ese análisis lo dejaré para que se agarren los que saben.
La situación ha despertado la solidaridad mundial con Palestina, que ha tenido que padecer desplazamientos masivos y pérdida de tierras como Nakba (1948), donde más de 700.000 palestinos fueron expulsados o huyeron de sus hogares durante la guerra que siguió a la creación del Estado de Israel y millones viven como refugiados en países vecinos o en la diáspora, sin derechos.
También han sufrido ocupación militar:Desde 1967, Israel ha ocupado Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza (aunque se había retirado físicamente de Gaza en 2005). En Cisjordania, los palestinos viven bajo ley militar, con puestos de control, demoliciones de viviendas y confiscación de tierras. La expansión de asentamientos israelíes ilegales, según el derecho internacional, ha fragmentado el territorio palestino.
Desde 2007, Gaza está bajo un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo impuesto por Israel (y parcialmente por Egipto y con el aplauso de su majestad Donald Trump). Esto ha generado altos niveles de pobreza, desempleo, escasez de agua potable, electricidad y atención médica.
Hamás es el movimiento político-religioso fundado en 1987 durante la Primera Intifada (levantamiento palestino contra la ocupación israelí). Su nombre completo es Movimiento de Resistencia Islámica, Harakat al-Muqawama al-Islamiyya, (حركة المقاومة الإسلامية para los que saben árabe) y es una organización integral que incluye estructuras políticas, sociales, religiosas y militares y gobierna la Franja de Gaza desde 2007 y participa en la política palestina. Tiene algunas ramas dedicadas a educación, salud, asistencia social y propaganda.
Para muchos palestinos, Gaza representa la última línea de defensa frente a la ocupación y el olvido internacional. Los que hacen los ataques son las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, es decir, el brazo armado de Hamás. Si bien, son el ala militar, responsables de operaciones militares contra Israel, operan con cierta autonomía táctica y tienen su propia estructura de mando. Las Brigadas obedecen la dirección estratégica de Hamás, pero no participan directamente en la política o en la administración civil. Esto no quiere decir que Hamás no tenga ni idea de lo que hacen las brigadas. Pero el problema es mucho más complejo de lo que parece.
En cualquier caso, ni todos los palestinos son terroristas, ni los todos los colombianos somos narcotraficantes. Muchos palestinos han pedido públicamente a Hamás que aceleren acuerdos de paz porque están exhaustos, ‘mamados’ de la guerra. Lo irónico es que los israelíes les cascan a todos, civiles, niños y ancianos estén o no de acuerdo con Hamás.
De todas formas, si recogemos un poco el hilo, podremos averiguar quién agredió a quién.
Extrapolando el asunto, en un país tan católico como el nuestro, donde la gente de bien no manda giros ni saludes sino bendiciones, ¿cómo puede ser posible que, por supina ignorancia se alineen con el agresor? Hay que darle una miradita a la historia, nunca sobra.
Sería bueno que alias Gury, quien va por el mundo a Dios rogando y con el bate dando, se aprenda este versito de la Constitución: “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho.” Y sólo una ley formal (no un decretico ni una resolución) puede restringirlo o limitarlo. Si hay extralimitaciones, para eso son los policías, no los concejales.
Vamos a ver si la Procuraduría lo sanciona o lo condecora (estamos en Colombia, donde todo puede pasar) pues un particular que se arroga funciones propias de la policía podría estar incurriendo en el delito de usurpación de funciones públicas, regulado por el Artículo 425 del Código Penal. O presentarse al senado y pase una ley donde se prohíba la protesta, con eso le legalizamos el bate.
Pregunta chimba: ¿Qué creen que van a encontrar en las 57 mil cajitas desclasificadas del DAS? ¿Alguien andará encargando camionados de valeriana?
Escuchado por ahí: “Mientras China mira al futuro, EEUU está aferrándose a su pasado.”



