Celebrando el Día del Maestro, un homenaje a los educadores de Colombia
Cada 15 de mayo, el mundo celebra el Día del Maestro, una jornada dedicada a reconocer la invaluable labor de aquellos que dedican sus vidas a la educación. Esta fecha fue elegida en honor a Jean Baptiste de La Salle, sacerdote y pedagogo francés del siglo XVII, quien fue reconocido como el patrón de los profesores por el Papa Pío XII en 1950.
La historia de la educación está marcada por un largo camino hacia la democratización del conocimiento. Durante siglos, la educación estuvo reservada para las élites, pero gracias a visionarios como La Salle, se abrieron las puertas de la enseñanza a jóvenes de escasos recursos.
En Colombia, la educación laica fue inaugurada en el siglo XIX, marcando un hito en la historia del país. Sin embargo, la supervisión eclesiástica persistió hasta el siglo XX, cuando los gobiernos liberales lograron democratizar la educación con profesores formados en escuelas laicas.
Hoy en día, el sector educativo colombiano cuenta con más de 920.000 docentes, según datos del Dane. Estos profesionales desempeñan un papel crucial en la sociedad, especialmente en áreas donde el analfabetismo aún es un desafío.
Los maestros no solo enseñan materias académicas, sino que también se convierten en amigos, consejeros y modelos a seguir para sus estudiantes. En muchos casos, los colegios se convierten en el segundo hogar de los niños, y los maestros, en figuras de apoyo tanto para los estudiantes como para sus familias.
En el ámbito de la educación superior, los profesores también desempeñan un papel fundamental al formar a los profesionales del futuro. Desde las primeras universidades confesionales hasta las instituciones públicas y privadas de hoy en día, los maestros han sido pilares en la transmisión del conocimiento y el desarrollo del pensamiento crítico.
A pesar de los desafíos, como los bajos salarios y las dificultades para acceder a zonas rurales, los maestros continúan adaptándose y buscando nuevas formas de impartir educación, especialmente en tiempos de pandemia.
En esta coyuntura, es crucial reconocer y agradecer la labor de los maestros, cuyo compromiso y dedicación son fundamentales para el desarrollo de la sociedad y la construcción de un futuro mejor.
La educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor. Paulo Freire