La arrogancia del ELN

9 enero, 2023

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La arrogancia del ELN

Alguna vez Fidel Castro dijo que la guerrilla colombiana era una guerrilla mediocre porque en 50 años no había sido capaz de derrotar a un ejército, también mediocre por la misma razón. Sin embargo, los comandantes del Ejército de Liberación Nacional, ELN, quieren vender cara su mediocridad sacando comunicados que ponen al Gobierno en aprietos y le otorgan argumentos a la extrema derecha que se frota las manos con cada traspié del ejecutivo, por nimio que a nosotros nos parezca.

En efecto, apenas el ELN publicó una nota según la cual no se había acordado un cese bilateral del fuego, salieron los medios a entrevistar a los de siempre. Por ejemplo, a un tal Enrique Gómez que dizque fue candidato presidencial, pero quien nadie recuerda, salvo por la calculada exposición que de él hacen los medios abyectos de la extrema derecha para hacer figurar a un sujeto y buscar una popularidad que no logró en las urnas, dijo que Petro hacía anuncios sin avisarle a nadie y pregunta, de muy mala fe, a quién le está cuidando un narconegocio. Sí, da rabia que sea un aparecido en política cuyo único mérito es su ascendencia familiar, quien se atreva a hablar de manera tan abusiva, pero ese es el país que nos tocó y con razón alguna vez escribieron el libro ‘Lumpen burguesía y lumpen desarrollo’ para mostrar a esa clase dirigente tan inepta.

Pongamos en blanco y negro la situación. El ELN declara una tregua entre el 24 de diciembre de 2022 y el 2 de enero de 2023. En ese sentido, políticamente el Gobierno declaró que había un cese multilateral de hostilidades, cuando la mayoría de grupos acogieron la oferta de Paz Total del presidente, pero el grupo en cuestión sale a desmentirlo, quizás para ganar protagonismo, pero haciendo un daño enorme a la confianza y sembrando de paso una alta dosis de escepticismo entre la gente del común.

Vale la pena recordar que el ELN surgió, como un grupo que se rebeló contra un Estado que consideraba ilegítimo, con la teoría de ir creando bases de apoyo dondequiera que se iban afianzando y convertir los territorios donde hacían presencia, en ‘Zonas Liberadas’. Pero eso, actualmente dista mucho de ser cierto, quizás lo que funcionó en China o en Cuba, no sea aplicable a Colombia, por lo menos no de forma tan mecánica, aquí lo que hay es una dispersión de grupos que luchan entre sí –y a veces contra el Estado— para controlar territorios con muy diversos intereses. La toma del poder, mediante el avance paulatino de las zonas liberadas, dejó de ser un propósito y hay bien o mal una unidad territorial con un gobierno legítimo, así a ellos no les guste.

Pero un error –que puede resultar costoso desde el punto de vista político— es actuar de la misma forma contra un Gobierno, encabezado por un exguerrillero conocedor los entresijos de la lucha armada, de la misma forma que si se tratara de un gobierno mafioso, un narco Estado o una ‘narcodemocracia’ como la llamó Joe Thoft, exdirector de la DEA en Colombia, quien dio a conocer los casetes grabados donde los hermanos Rodríguez Orejuela prometen cinco millones de dólares a la campaña del entonces candidato Ernesto Samper, ganador de la presidencia en 1994.

Y no es lo mismo, porque Gustavo Petro, quien es muy diferente a los gamonales tradicionales, quiere convertir a Colombia en un país con un capitalismo con posibilidades de desarrollo, aspira pasar a la historia como el presidente que logró un cambio en las costumbres políticas y, claro, el presidente que logró poner fin a más de medio siglo de conflictos explicados fundamentalmente en la falta de oportunidades. Por tanto, se equivoca el ELN al ponerle palos a la rueda de la paz para tratar de situarse por encima de los demás grupos sin ayudar a lograr lo que uno de los suyos se ha propuesto y que logró por vías pacíficas: Un cambio con el apoyo popular y sin las armas.