Hay que ir hasta el final con el robo de petróleo

El diario El Espectador en su editorial del 27 de julio de 2023 plantea la necesidad de que las investigaciones grandes lleguen a su culminación: Es una exigencia de la ciudadanía que también se incluyan en las investigaciones a “la gente de bien”, pero con resultados concretos, como en este caso.

Editorial de El Espectador, 27 de julio de 2023

Como contó la unidad investigativa de Noticias Caracol hace más de un año, un grupo de empresarios, en alianza con el ELN, estaba haciendo pasar petróleo venezolano como colombiano para lavar recursos y saltarse las sanciones de los Estados Unidos. El caso volvió a ser noticia esta semana porque la Fiscalía y la Dijín incautaron los multimillonarios bienes de al menos 17 personas involucradas. El presidente de la República, Gustavo Petro, dijo que “esta investigación de la Dijín muestra uno de los mayores robos al Estado colombiano”, pues “se robaron cerca de US$80 millones en petróleo y los delincuentes eran gente de bien de los sectores más pudientes del país”. También pidió investigar “si el robo contó con apoyos al interior de Ecopetrol”, lo que es necesario, pero también se ha prestado para estigmatizaciones en las redes sociales.

El caso es gravísimo. Según las autoridades, 40 empresas constituidas legalmente en Colombia fueron utilizadas para realizar las operaciones con petróleo. Gracias a ese ecosistema en apariencia legal, utilizaron crudo robado por el ELN (del oleoducto Caño Limón-Coveñas) para mezclarlo con petróleo venezolano y exportarlo. De esta manera, se saltaban las sanciones establecidas por el gobierno de Donald Trump contra Venezuela y, en el proceso, lavaban dinero. Se habla de una ganancia mensual de unos US$10 millones, a través del engaño a las autoridades nacionales e internacionales. Por esto, la Fiscalía considera que se cometieron los delitos de concierto para delinquir, apoderamiento de hidrocarburos y falsedad en documento privado.

Tiene razón el presidente Petro: se trata de un inaceptable robo al Estado colombiano. También es una agresión contra Ecopetrol, pues su reputación queda lastimada al haber sido engañada por empresas en apariencia legales. La petrolera pidió ser reconocida como víctima en el proceso junto con Cenit y Swiss Terminal Barranquilla S.A.S., y es necesario que las autoridades le expliquen al país qué ocurrió. A su vez, es fundamental, como pidió el mandatario, que se conozca si hubo personas dentro de la empresa de propiedad mayoritaria estatal que colaboraron en el entramado de corrupción. Exigimos justicia.

Dicho lo anterior, la manera en que la noticia ha sido interpretada en redes sociales es muy problemática. En medio de una campaña electoral, se usa para sembrar dudas sobre los manejos de Ecopetrol en el pasado. Sin pruebas, claro, porque hasta ahora el escándalo parece tratarse más de unos criminales que se aprovecharon de la petrolera, y las investigaciones no han arrojado indicios de colaboración interna alguna. Se inscribe el debate en la pugna por la dirección de Ecopetrol, cuando lo que debería ser el interés principal de es que los recursos de los colombianos se protejan ante cualquier amenaza.

Son necesarias las investigaciones. De la misma manera, es clave que cuando ocurran estos escándalos no se utilicen de forma irresponsable en busca de réditos políticos. Le corresponde a la Fiscalía responder si Ecopetrol fue solo víctima o también hubo malos manejos internos.

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