Editorial

Coservicios cuatro años de “negocios”

La inminente intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos, Superservicios, en la Compañía de Servicios Públicos S.A. E.S.P., Coservicios, será el inicio del fin del caos que durante estos cuatro años ha padecido la empresa emblemática de Sogamoso.

Tal como ocurrió en Yopal la intervención de la Superservicios tomó posesión de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Yopal (EAAAY). En esa ciudad capital, según se informó, la caótica administración en lo técnico, financiero y operativo fue la razón de la intervención.

En Sogamoso, infortunadamente, la situación es similar o peor. La pésima administración en todos los sentidos hace presumir, en un alto porcentaje, que la toma de posesión de Coservicios sea la solución para, por lo menos, detener el derrumbe de la compañía.

El 50% del parque automotor de recolectores de desechos está paralizado por falta de mantenimiento. La bomba de tiempo que constituye, por desidia e incompetencia, el abandono del relleno sanitario Terrazas del porvenir. La jugadita de traspasar dineros, cerca de 400 millones, destinados a la inversión para financiar las pasadas festividades de julio. La construcción del la nueva sede de la empresa en el sur de la ciudad, de la que decía el alcalde se iban a invertir $5.000 millones, la cuenta va por $7.000 millones y el edificio aun no posee su equipamiento. Los miles de millones de pesos en nómina paralela, la ausencia de un plan de mantenimiento de las redes de acueducto y alcantarillado. Todo lo anterior –aparte del secreto a voces de las coimas que piden, tanto el alcalde como el gerente, a los contratistas cuando les reclaman para que cumplan con su palabra “porque esto es un negocio”— forma parte de una situación catastrófica jamás vista en ninguna administración anterior.

Otros contextos que muestran la incalificable administración son los años perdidos para darle solución a la Planta de Tratamiento de Agua Potable, PTAR, la cual no les importó en lo más mínimo al gerente, al alcalde y a una Junta Directiva que jamás le informó a la ciudadanía de los malos manejos. Tampoco se escucharon voces del sindicato para denunciar anomalías, este ha sido permisivo con el derroche de los dineros de los sogamoseños. En el Concejo Municipal, empezando por su presidenta, tampoco defendió los intereses del Municipio. Solo algunos de ellos, muy contados, cumplieron con su deber ciudadano de exigir y denunciar la corrupción rampante en Coservicios.

EL próximo 1º de enero Llega Mauricio Barón, el nuevo mandatario municipal, quien en su campaña sí realizó serios reparos y denuncias públicas sobre la nefasta administración actual. Solo que ignoramos si alcance a posesionarse y salvar a Coservicios antes de la intervención por parte de la Superintentendencia.     

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba