Nuevas restricciones para el uso eficiente del agua en Bogotá
La Alcaldía Mayor de Bogotá ha lanzado una serie de restricciones encaminadas a garantizar el uso responsable del agua en la ciudad, con el fin de proteger este recurso vital. A través del Decreto 334, se establecen tanto restricciones como acciones pedagógicas y de incentivo, todas orientadas a reducir el consumo de agua potable y promover su uso eficiente en diferentes sectores.
Una de las principales medidas del decreto es la prohibición del uso de agua potable para actividades como el lavado de fachadas, vehículos y parqueaderos. En su lugar, se insta a utilizar aguas recicladas, lluvias o no tratadas. Estas limitaciones también se extienden al riego de jardines y zonas verdes, así como al llenado de estanques ornamentales. Todo esto en cumplimiento del Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que respalda estas disposiciones con sanciones para quienes no las respeten.
El decreto también contempla la captación no autorizada de agua de fuentes hídricas, la cual queda estrictamente prohibida. Adicionalmente, se penalizará cualquier daño o deterioro de cuerpos de agua y áreas de preservación ambiental, a fin de proteger los ecosistemas que dependen de estos recursos.
Entre las medidas más significativas, se ordena que las entidades públicas implementen el uso de equipos de bajo consumo de agua. También se promueve la recolección de agua lluvia para la limpieza de instalaciones gubernamentales. Estas acciones buscan no solo reducir el consumo de agua potable, sino también servir como ejemplo para la ciudadanía.
En el ámbito del transporte, TransMilenio y la Secretaría Distrital de Movilidad deben adoptar prácticas de limpieza en seco o con agua reciclada para el mantenimiento de las estaciones y señales de tránsito, lo que refuerza el compromiso de la ciudad en la conservación del agua.
Además de las medidas restrictivas, el Decreto 334 contempla una serie de campañas educativas dirigidas a la ciudadanía, enfocadas en fomentar el buen manejo del agua en instituciones públicas, así como en actividades comerciales e industriales. Estas campañas tienen como objetivo concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar el recurso hídrico y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Finalmente, como incentivo, el decreto ofrece beneficios para los usuarios residenciales que logren reducir su consumo de agua potable durante dos períodos consecutivos de facturación. Esta medida no solo premia a quienes implementen prácticas responsables de consumo, sino que también busca promover un cambio de hábitos a nivel domiciliario en toda la ciudad.
Con la implementación de estas nuevas disposiciones, Bogotá reafirma su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la protección del agua, uno de los recursos más importantes para la sostenibilidad de la capital y sus habitantes.