Petro ya ganó, el resto depende de nosotros

Una vez conocidos los resultados de las  elecciones regionales y aunque haya quien pretenda reducirlos a un plebiscito contra el Presidente, voy a intentar una explicación que puede desubicar a algunos, pero es producto de un muy juicioso seguimiento a lo hecho por Petro y la respuesta violenta de la derecha colombiana e incluso internacional pues hasta otras partes ha llegado a quedar sonando el nombre del mandatario Colombiano, por ejemplo Keiko Fujimori lo llamó guerrillero como si eso fuera un insulto y en Israel lo tildaron de aliado de Hamás.

Pero lo que se quiere resaltar aquí es algo que permita entender mejor el momento histórico desde el punto de vista sociológico. Gustavo Petro es un hombre que tiene un ego bastante subido, sin que esto quiera decir que sea necesariamente malo, ni bueno tampoco, simplemente es una persona que es capaz de percibir el entorno en que se mueve, sabe que difícilmente habrá quien entienda como él el momento y la sociedad en su conjunto.

Para tranquilizar a la derecha, Petro no se quedará atornillado al solio de Bolívar, ese no es su objetivo, contra quienes, como Enrique Peñaloza, quien se autodenominó ‘Petrólogo’, creen que se piensa eternizar como sí lo han hecho otros mandatarios enfermos de poder. (Para las declaraciones de Peñaloza, véase el siguiente enlace: https://www.infobae.com/colombia/2023/05/11/enrique-penalosa-aseguro-que-petro-esta-buscando-permanecer-en-el-poder/).

Petro viene de abajo, logró ser escuchado en la Cámara y el Senado con mucho respeto por seguidores y sobre todo por los detractores quienes le temen por su capacidad, no hay que olvidar que Uribe reconoció públicamente que Petro era un hombre muy inteligente y en esto de medir capacidades sí hay que creerle a Uribe. https://web.facebook.com/watch/?v=329153135254964. No en vano Petro es uno de los opositores a quien  el expresidente expresidiario no pudo sacar del camino ni borrar del mapa. Petro, repito, viene de abajo y escaló sin necesidad de abrirse camino a codazos hasta llegar a la presidencia, objetivo que tenía hace muchos años como se lo dijo en una entrevista, creo, que a Yamid Amat, en todo caso si no fue a éste, fue a otro periodista, pero se lo escuché hace por lo menos 20 años. Lo que quiero decir y me perdonan que redacte esta vez en primera persona, es que me precio de conocer bastante bien el talante del mandatario tanto como para atreverme a hacerle un perfil.

 Ya en la presidencia, le escuché algo que es lo que me deja cierto sinsabor, pero que ayuda a entender por que los resultados de las elecciones no los tomó el mandatario como una derrota personal: dijo, y cito de memoria, es el pueblo el que decide si quiere que siga el Pacto Histórico y para que esto se consolide, se requieren por lo menos dos o tres gobiernos sucesivos. Ya Petro alcanzó  lo que alguno de estos teóricos de lo que ahora llaman ridículamente coaching,  su ‘punto de incompetencia’ es decir su máximo nivel de desarrollo personal y lo que preocupa es que, aunque quisiera que su sucesor sea alguien de sus afectos, seguramente no le importará si esto no sucede, porque es el pueblo el que decide y en este párrafo se vale repetir.

Una persona así, se conforma con lo logrado porque siente que sus esfuerzos no fueron en vano. Luchó contra el paramilitarismo y ganó, por lo menos sobrevivió; denunció al estado mafioso y los hechos le han dado la razón; se enfrentó al peor maleante de la historia Colombiana y desenmascaró su verdadero alcance criminal; cada vez que convoca a su pueblo, éste responde con fervor porque Petro encarna la esperanza. Quizás incluso se proyecte aún más allá de la presidencia, en algún organismo internacional porque tiene los méritos suficientes, pero no sabemos si el respaldo político que no es fácil de encontrar.

Por tanto, Gustavo Petro, ya hizo lo que tenía que hacer y logró lo que se propuso pero va a dejar que el pueblo decida si quiere que su proyecto político continúe, lo que es bastante complicado porque los medios están, desde el mismo día de su posesión, tratando de moverle el piso, pero gracias a su inteligencia ha sido capaz de mantenerse, pero de ahí a que la sociedad esté a la altura para consolidar el proyecto político, es algo bastante dudoso, pero contrario a lo que se cree, a Petro poco lo va a afectar porque entiende que ésta es una construcción social. Es decir el problema no es de él, es nuestro.

*Magister en Economía

Universidad de los Andes

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