¿Qué tan buena será la denominación de origen de la esmeralda para las regiones productoras de Boyacá?
El presidente de la Asociación de Productores de Esmeraldas Colombianas (Aprecol), Edwin Molina, explica en qué consiste este proyecto, los beneficios que traerá para la región en turismo y generación de empleo y quiénes podrán acceder a este sello.
Asegura que no es cierto que los pequeños mineros se vayan a ver afectados y que el propósito de esta iniciativa es fortalecer el sector.
¿Cómo avanza el proceso para conseguir el otorgamiento de protección de la denominación de origen de la esmeralda colombiana?
El proceso actual de denominación de origen sigue el trámite ante la Superintendencia de Industria y Comercio. Ya se respondieron todos los requerimientos y estamos esperando que ellos evalúen la información que nosotros respondimos, más la información que ellos requirieron a las entidades del Estado, como la Agencia Nacional de Minería y el Ministerio de Minas y Energía, para que resuelvan a favor o en contra de la petición.
¿Ya cuánto tiempo lleva este proyecto?
Alrededor de tres años, desde que se tomó la decisión y se inició la etapa de contratar asesores para la elaboración del proyecto para radicarlo ante la Superintendencia.
Pequeños mineros de la región productora de esmeraldas afirman que, la denominación de origen los va a afectar porque tendrán que pagar para ponerle ese sello a sus gemas. ¿Eso es cierto?
La denominación de origen es un beneficio para la industria en general. Los pequeños mineros, como los medianos y los grandes, todos van a tener la oportunidad de solicitar el uso de la denominación de origen si lo consideran pertinente para sus negocios o para su actividad, ya que es un proceso totalmente voluntario.
¿Pero los pequeños mineros tendrán que pagar?
Toda persona que vaya a utilizar la denominación de origen tiene que hacer un pago mediante la solicitud. Lo que tenemos entendido es que es un pago igual para todas las personas, que puede estar oscilando entre los 150.000 pesos por solicitud cada vez que requiera usar la denominación, pero vuelvo y digo, es totalmente voluntario. Para comercializar esmeraldas en Colombia o para exportarlas no se requiere de la denominación de origen, ni se requerirá en el futuro.
¿Entonces no se afectarán los pequeños mineros?
Todos esos mitos y toda esa desinformación muchas veces tienen unos orígenes políticos, y nosotros como industria tenemos que alejarnos de ver el tema como de unos buenos y unos malos. Nosotros como empresarios y como asociación, que viene liderando el proceso, lo hacemos porque consideramos que somos los indicados para hacerlo y en ningún momento nosotros tenemos la intención de afectar a la base más importante de la industria, que es la comunidad, por eso buscamos que puedan hacer su libre desarrollo minero de guaquero, al fortalecer la industria con un tema como el de la denominación de origen.
¿Cómo garantizar que la denominación de origen también va a beneficiar a la minería tradicional?
Miremos el caso de Café de Colombia. Café de Colombia en ningún momento va en contra de los intereses de los pequeños caficultores y en ningún momento ellos se ven afectados. La denominación de origen no es una ley, no es un proyecto de ley, no tiene trámite en el Congreso de la República, no va a modificar las regalías ni va a dar elementos a un privado en administración para de una u otra manera restringir el comercio u obligar a que las personas no hagan su actividad como la vienen desarrollando normalmente.
Cualquier guaquero, minero de subsistencia, va a tener que seguir cumpliendo lo que viene cumpliendo, que es registrarse en el Génesis minero, en una base de datos de la Agencia Nacional de Minería, el cual lleva el control de los mineros de subsistencia, de los barequeros, de los guaqueros; esos trámites siguen normal.
En ningún momento van a tener la obligación ni de acudir a una denominación de origen, ni de acudir a Aprecol, ni de acudir a ninguna otra entidad de las que vienen haciéndolo.
¿Dónde pueden informarse sobre lo que implica la denominación de origen?
En la página web de la Superintendencia de Sociedades pueden ingresar y ahí está toda la información correspondiente a una denominación de origen, como, por ejemplo, qué obligaciones entrega.
¿Quién administraría la denominación de origen de la esmeralda colombiana?
Para tener una mayor claridad, en el evento en que una persona solicite la denominación de origen y una entidad como Aprecol, si es la entidad que el Gobierno determina para administrar, no le otorga la denominación con base en un manual de uso, siempre se va a tener una segunda instancia, que es la Superintendencia de Sociedades. La Supersociedades vela porque la persona que tiene la administración lo haga de una manera correcta, ya que puede generar sanciones y se le puede quitar la administración.
¿A quién pertenecerá la denominación de origen como tal?
Si la denominación de origen es otorgada, es una denominación que nunca deja de ser del Estado colombiano y de toda la industria; lo único que se entrega es la administración al grupo que muestre interés para administrarla.
¿Qué busca el gremio con la denominación de origen de la esmeralda colombiana?
La denominación de origen va a ser una herramienta para promocionar y defender la industria a nivel internacional y poder generar otra industria paralela para la región, como es el turismo, y poder lograr que sigan llegando estas inversiones. Cuando hay mayores actividades empresariales en una región, hay más tecnificación, hay más regalías, hay más impuestos, hay más desarrollo, y ayuda a demostrarles al país y al mundo que somos un sector que quiere formalizarse y que quiere seguirle aportando al desarrollo económico del país.
¿Es decir que no hay un interés de ustedes en crear un monopolio de la esmeralda?
Desde Aprecol estamos buscando volver a recuperar la reputación de la esmeralda colombiana, tanto a nivel internacional como nacional. Es una iniciativa que tomamos, pero en la cual pueden participar quienes estén interesados. Nuestro interés en ningún momento es entorpecer la producción de la esmeralda o crear un monopolio como lo han venido diciendo, todo lo contrario, lo que queremos es que la cadena de producción tome la fuerza que tuvo en los años 90 y mejorar los números en el mercado internacional, lo cual será de gran beneficio para mineros, comercializadores, exportadores y para los municipios.
¿O sea que la producción de estas gemas en Colombia ha descendido?
Históricamente en los años 90 la esmeralda colombiana tuvo una racha de producción en promedio de 6 millones de quilates, manteniéndose hasta llegar en 1998 a producir 9,8 millones de quilates.
Para la entrada del nuevo milenio tuvo su pico máximo y en el 2004 alcanzó casi los 10 millones de quilates. Sin embargo, hoy en día la producción de este mineral en el país es aproximadamente de 700.000 quilates, lo que ha generado desafíos para la industria, por los niveles bajos de recaudo por ventas registrados que, afectan directamente a los municipios productores, ya que no obtienen los respectivos ingresos por regalías.
¿Cómo va a ayudar la denominación de origen a que se conozca y se comercialice mejor la esmeralda de Colombia en el mundo?
Hoy en día, en la época de la pandemia, nos hemos dado cuenta de que los canales tradicionales que hemos venido utilizando no están acordes a estos nuevos retos mundiales de comercio, debido a que todo se venía haciendo de forma presencial. No hay canales, como sí ocurre en el caso de los diamantes que tienen ciertos grados de certificación, los cuales le dan garantía y confianza al consumidor para comercializar a través de internet y otros canales no tradicionales. La denominación de origen lo que va a ayudar es a garantizarle a ese cliente que el origen o la procedencia de esas esmeraldas es colombiano, que tienen un origen lícito, un origen formal, que cumplieron con las condiciones legales para el tema del medio ambiente, para el tema de responsabilidad social y para el tema de las buenas prácticas mineras, y le da la tranquilidad de adquirir estas esmeraldas en canales no tradicionales.
También nos va a ayudar a darle a la industria herramientas para poder defenderse de ataques comerciales, de ataques de reputación en contra de la industria de la esmerarla en mercados asiáticos y europeos, donde les brindan beneficios a las denominaciones de origen, lo que ayuda a proteger la industria, ya que el comercio de las esmeraldas se realiza en el exterior.
¿Cuánto porcentaje de las esmeraldas que se producen en Colombia se comercializa dentro del país?
Un cinco por ciento o menos de la esmeralda se consume internamente, el resto es utilizado por los mercados internacionales.
¿Cómo es el tema del fortalecimiento del turismo en la región esmeraldífera?
Al tener la denominación de origen, automáticamente el Gobierno está en la obligación de promover la región y ayudar al sector. Eso nos ayudará a que sea reconocida esa zona geográfica en Colombia, principalmente en Boyacá, en donde se generan las mejores esmeraldas del mundo. Al tener ese certificado, el sector y la industria que tienen interés en esmeraldas, van a empezar a mirar el destino geográfico de origen y va a haber interés en turismo, en desarrollo.
La idea es también poder generar interés en inversionistas, sean nacionales o extranjeros, para que inviertan en todos esos títulos mineros que se encuentran sin ningún tipo de inversión, lo que podría ayudar a generar nuevos puestos de trabajo y mayor desarrollo, porque definitivamente la demanda es mayor que la oferta de esmeraldas en el mundo.
¿Cuántos títulos mineros para explotación de esmeraldas hay en el país y cuántos están operando?
Alrededor de 200 títulos mineros vigentes hay en el país y alrededor de unos 20 a 30 títulos pueden estar en etapa de explotación, lo que muestra que hay un gran número de títulos que no están siendo explotados ni produciendo nada a favor. Hay un número muy importante que no están siendo utilizados.
¿A qué se debe que haya tanto título sin utilizar?
Tener un título minero no da automáticamente la obligación de entrar a operar, porque también hay que hacer los trámites ambientales. Además, existen barreras que se tienen a nivel municipal que dificultan la entrada de empresas para la comercialización de estas; adicionalmente, solo el seis por ciento de las áreas de explotación de esmeralda cuentan con la autorización por parte de los esquemas de ordenamiento territorial para permitir el uso del suelo a la actividad minera.
¿Cómo ha ayudado la industria de las esmeraldas a las regiones productoras del departamento de Boyacá en esta época de pandemia por el COVID-19?
El Fondo Nacional de la Esmeralda ha venido entregando ayudas económicas en el occidente de Boyacá, consistentes en 660 millones de pesos a 11 puestos de salud de esa zona y de 160.000 pesos para cada uno de los guaqueros de la provincia inscritos en el ‘Sí Minero’, que son 1.468 en total.
Esta gestión demuestra la capacidad que tiene la región de unirse en torno a un mismo propósito, como, en este caso, contribuir a atender una necesidad inmediata en el occidente de Boyacá, a raíz de la pandemia. Continuaremos comprometidos con la provincia y con la comunidad en todo lo que respecta a su bienestar.
¿Cómo avanzan las obras de construcción del Hospital Santa Ana de Muzo?
Estamos gestionando, junto con el Ministerio de Minas y la Gobernación de Boyacá, porque el proyecto en este momento se encuentra en una revisión integral, ya que se requiere de un aumento en el presupuesto. Se han hecho unos esfuerzos muy grandes para que este hospital tenga la mejor infraestructura de la región y pueda suplir las necesidades no solo de Muzo, sino de todo el occidente de Boyacá.
Fuente:www.boyaca7dias.com.co