Cuatro actitudes que predicen un divorcio

Las relaciones de pareja pueden ser complicadas y desafiantes, pero el psicólogo John Gottman ha identificado lo que él llama «Los 4 Jinetes del Apocalipsis», cuatro actitudes en una discusión de pareja que, según su investigación, pueden predecir el divorcio con un asombroso 98% de eficacia.

Estas actitudes son señales de peligro en una relación y, si no se abordan, pueden conducir a su disolución.

Hacer críticas personales: Este primer jinete implica usar los defectos y debilidades de la pareja como armas en una discusión, en lugar de abordar el problema en cuestión, ataca personalmente a su pareja para fortalecer su propio argumento y ganar la discusión. Esto crea un ambiente de hostilidad y resentimiento.

Actitud defensiva: La actitud defensiva es la respuesta natural a las críticas personales, Una persona que se siente atacada puede negar su mala actitud o error, defendiéndose constantemente en lugar de asumir responsabilidad por su parte en el conflicto. Esta actitud bloquea la comunicación efectiva y perpetúa la confrontación.

Actuar con desprecio: El tercer jinete es la manifestación de un profundo desprecio hacia la pareja, se manifiesta a través de gestos, palabras y actitudes de superioridad. Minimizar y menospreciar los argumentos de la otra socava la autoestima y erosiona la relación.

Actitud evasiva: La actitud evasiva es la última señal de peligro. Implica evitar por completo el diálogo y desconectarse emocionalmente de la situación. Las personas con esta actitud pueden evitar el contacto visual, no hablar y hacer como si el problema no les concierne. Esto impide cualquier posibilidad de resolución de conflictos.

Según la psicóloga Manuela Salazar, la presencia de uno o más de estos jinetes en una relación puede predecir el divorcio con una precisión sorprendente. Estas actitudes hacen que las discusiones sean más destructivas que constructivas, erosionando la base misma de la relación. Identificar y abordar estos comportamientos tóxicos es esencial para preservar una relación sana y duradera.

Es importante reconocer estás actitudes a tiempo y trabajar en pareja para mejorar la comunicación y la dinámica de la relación. Entender y enfrentar estos jinetes puede marcar la diferencia entre la disolución y la fortaleza en una relación de pareja.

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