Se hundió oficialmente la Ley Estatutaria de Educación
En una decisión que marca el cierre de una iniciativa clave del Gobierno, la Ley Estatutaria de Educación ha sido oficialmente archivada por el Congreso de la República. El presidente del Senado, Iván Name, confirmó que el proyecto no será discutido en la sesión del 20 de junio, último día de la legislatura actual, lo que implica su hundimiento definitivo.
El trámite de esta ley estatutaria concluyó justo a las puertas del final del periodo legislativo, cuando se agotó el tiempo para debatir el proyecto en plenaria. La propuesta, impulsada desde el Ministerio de Educación bajo la dirección de Aurora Vergara, tenía como objetivo consagrar la educación como un derecho fundamental, abarcando desde la primera infancia hasta la educación superior.
La iniciativa enfrentó serias dificultades en su camino legislativo, particularmente después de que la bancada de Gobierno no lograra mantener un acuerdo alcanzado en la Comisión Primera del Senado. Esto resultó en la presentación de dos ponencias divergentes y en la postergación continua de su discusión, hasta que finalmente se agotó el plazo constitucional para su aprobación en esta legislatura.
A pesar de un intento de última hora por alcanzar un acuerdo de conciliación entre las partes, la mesa directiva del Congreso decidió priorizar otros temas en la agenda del miércoles, dejando la ley de educación sin espacio para su debate final.
La senadora María José Pizarro, quien fungió como ponente del proyecto, lamentó el desenlace y confirmó el hundimiento del mismo debido a la falta de consensos necesarios en el Congreso. Esta noticia se produce en un contexto de tensión social, con manifestaciones significativas en la capital por parte de Fecode, en protesta de ciertos artículos de la ley.
Pizarro señaló que el proyecto será presentado nuevamente en el segundo semestre de 2024, tras incorporar las propuestas de toda la comunidad educativa. La iniciativa, que estaba en el centro de la agenda legislativa del Gobierno, tenía como objetivo mejorar la cobertura, calidad y relevancia del sistema educativo colombiano.
Este hundimiento representa un obstáculo para una de las iniciativas más ambiciosas del Gobierno de Gustavo Petro, pues se cierra una etapa crucial para la reforma educativa propuesta, que buscaba transformar la educación en el país.