Opinion

¿Por qué no eligen Fiscal?

Cuando se supo que a la cabeza de la Corte Suprema de Justicia había llegado un magistrado venido de abajo, hecho a pulso se pensaba que era una señal de que los vientos del cambio habían alcanzado también a la honorable Corte. Pero no, a pesar de su origen humilde, de su condición afro, en lugar de poner en alto su nombre, optó por la autohumillación propia de los arribistas y trepadores, que miran a los suyos por encima del hombro, en el fondo reniegan de sí mismos porque jamás se podrán quitar el estigma de quienes nacieron para lacayos y optan por el servilismo ante la posibilidad de algunas migajas que caigan de la mesa de sus amos.

Lo anterior a propósito del vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia recién elegido, el abogado Gerson Chaverra Castro. Traemos a colación este personaje porque llegó justo en el momento en que se necesitaba elegir la Fiscal General de la Nación, pero no se eligió y el magistrado Chaverra en lugar de asumir una posición ponderada e incluso crítica frente a sus colegas, se sumó al sainete mediático que dio a entender que los magistrados estuvieron casi secuestrados y tuvieron que ser evacuados en helicópteros, lo que es totalmente falso.

Pero, montajes mediáticos aparte, los colombianos de a pie se preguntan por qué la H. Corte, la H para mi gusto sobra, no cumple con la función constitucional de elegir la Fiscal de la terna enviada desde más de cinco meses por el presidente Gustavo Petro. La respuesta es precisamente por eso porque quien la envió fue Gustavo Petro y no hay interés de que la justicia opere en esa rama en momentos de serios cuestionamientos de que la ahora fiscal encargada, Martha Mancera, protege y encubre a poderosos narcotraficantes, algunos de los cuales habrían penetrado a los más altos cargos de la entidad en su regional del Valle del Cauca.

Se dice que hay un cruce de favores entre los entes de control, la Fiscalía y la Corte, para mantener en sus cargos a familiares y allegados con salarios algunos inmerecidos, es posible. Pero lo realmente preocupante es la instrumentalización que se hace de la poderosa institución de la Fiscalía para montar contra el Presidente toda una artillería pesada para tratar de involucrarlo en alguna actividad ilícita, como se ha hecho en Ecuador, Paraguay, Brasil, Honduras, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Guatemala y Perú.

Por eso, tirios y troyanos se han pronunciado contra las manifestaciones de respaldo al Presidente y en contra de la Corte por no cumplir con su función, por lo menos en lo que se refiere a escoger la Fiscal, de la terna que les llegó hace casi medio año. Pero precisamente son esas manifestaciones que no gustan sobre todo a la extrema derecha, lo único que le permitirá a Gustavo Petro mantenerse en el poder y seguir denunciando dentro y fuera del País el entramado delincuencial que ha venido creciendo como mala hierba hasta lograr enquistarse en las entidades encargadas justamente del control, de la justicia y la persecución de los criminales.

Ya el pronunciamiento saltó las fronteras y no se circunscribe a los votantes por Petro. La Organización de Estados Americanos, La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la misma Organización de Naciones Unidas han manifestado su preocupación, que sin el lenguaje diplomático traduce simplemente que estos organismos están al tanto de lo que se está tramando y les dicen a los miembros de la Corte que no se hagan los pendejos.

Hay que seguir denunciando y presionando para que la Corte cumpla con su deber, no se trata de un favor sino de exigir que hagan su trabajo, que no sumen al desprestigio que ya bien ganado lo tienen, otra infamia que pone de presente el grado de descomposición a que han llegado las instituciones.

Manuel Álvaro Ramírez R.
Magíster en Economía

Universidad de los Andes

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