Alerta por fenómeno de la niña: Predicciones del Ideam
El sector agropecuario colombiano se enfrenta a un desafío significativo con la llegada del fenómeno de La Niña, según las predicciones agroclimáticas publicadas por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra) y basadas en información del Ideam. Entre noviembre de 2024 y enero de 2025, se estima que unas 117.100 hectáreas estarán en riesgo por exceso hídrico, afectando especialmente a las regiones Andina, Pacífica y Caribe.
Riesgo en Ocho Departamentos
Los departamentos más vulnerables incluyen Magdalena, Cesar, Meta, Huila, Antioquia, Bolívar, Norte de Santander y Chocó. En estas áreas, los cultivos y actividades agrícolas podrían sufrir impactos debido a las intensas lluvias y las características geográficas locales. Dora Inés Rey Martínez, directora (e) de la Upra, advirtió que un millón de hectáreas de la frontera agrícola también presentan riesgo por exceso hídrico. «Es crucial que los agricultores consulten los boletines de alertas hidroclimáticas y las recomendaciones de las mesas técnicas agroclimáticas nacionales y regionales», señaló.
Alteraciones Climáticas en la Temporada Seca
Diciembre, que usualmente marca la transición hacia la temporada seca, podría ver un aplazamiento de esta fase debido a La Niña, según explicó Alfonso Triana, experto de la Upra. «Se espera que las lluvias persistan, especialmente en las regiones Caribe y Andina, con posibles eventos extremos», advirtió.
Enero y febrero, típicamente secos, también podrían experimentar un aumento de precipitaciones, alterando la planificación agrícola. Marzo, por su parte, mantendría un comportamiento cercano a las condiciones habituales, aunque con riesgo de lluvias prolongadas en algunas zonas.
Recomendaciones para el Sector Agropecuario
Los agricultores deben estar preparados para mitigar los efectos del exceso hídrico. El monitoreo constante de las alertas agroclimáticas y la implementación de estrategias adaptativas serán claves para proteger los cultivos y garantizar la sostenibilidad de las actividades agropecuarias frente a los desafíos que plantea el fenómeno de La Niña.