Amenazas en áreas protegidas de Boyacá: Riesgos durante el verano
El director de Parques Nacionales Naturales, Luis Olmedo Martínez, alerta sobre tres amenazas que enfrentan las áreas protegidas de Boyacá durante la temporada de verano. Responsable de la administración de 59 áreas naturales protegidas en Colombia, Martínez destaca la vulnerabilidad de cuatro zonas en Boyacá, incluyendo el Parque Natural El Cocuy, el Parque Natural Pisba, y los Santuarios de Fauna y Flora de Iguaque y Guanentá Alto Río Fonce.
Martínez identifica tres variables cruciales que determinan el riesgo para estas áreas protegidas:
1. Calidad de las coberturas vegetales: La baja calidad de las coberturas vegetales, resultado de la intervención humana en actividades como la agricultura y el turismo, aumenta el riesgo. La conservación de la vegetación y la preservación de la humedad son fundamentales para reducir este riesgo.
2. Índice de sequía: La sequedad del suelo crea condiciones propicias para incendios forestales. Un suelo seco o muy seco durante la temporada de verano incrementa significativamente el riesgo de incendios en estas áreas.
3. Actividad socioeconómica en el entorno: La presencia de pobladores cercanos a las áreas protegidas expone a estas zonas al impacto de prácticas como la tala de árboles y las quemas controladas. La actividad económica intensiva, especialmente en El Cocuy, eleva el riesgo, siendo necesario abordar la interacción entre las comunidades locales y las áreas protegidas.
Martínez destaca la vulnerabilidad del Parque Natural El Cocuy, donde la baja calidad de las coberturas vegetales se atribuye a actividades agrícolas, ganaderas y turísticas. La densidad poblacional y las intervenciones humanas aumentan el riesgo, haciendo crucial fortalecer las capacidades de los guardaparques, mejorar la respuesta a emergencias y colaborar estrechamente con la comunidad.
Ante este escenario, se plantea la creación de brigadas especializadas contra incendios, inspiradas en experiencias exitosas como la del Parque Isla Salamanca en el departamento del Magdalena. La colaboración entre autoridades, comunidades y expertos se presenta como clave para proteger la integridad de estas áreas protegidas y garantizar su conservación a largo plazo.