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Crisis Energética en América Latina

La COP16 sobre biodiversidad acaba de finalizar, pero aún no vemos soluciones profundas para los desafíos del cambio climático, especialmente desde los gobiernos. Mientras tanto, parte de América Latina sigue siendo severamente afectada, incluyendo una crisis energética sin precedentes que ha dejado a millones de personas a oscuras.

Apagones masivos en América Latina: Ecuador, Cuba y otros países afectados

En Ecuador y Cuba, los habitantes han experimentado apagones de hasta 20 horas diarias debido a la falta de lluvias que afecta a las hidroeléctricas, que en el caso de Ecuador representan el 72% de su matriz energética. Según la Cámara de Comercio de Guayaquil, las pérdidas económicas ascienden a 12 millones de dólares por cada hora de apagón. Cuba, por su parte, enfrenta su peor crisis energética en años, con un déficit de hasta el 50% de su capacidad, lo que significa que cinco de cada diez bombillas se apagan debido a la falta de electricidad.

La red eléctrica de ambos países es obsoleta, con sistemas envejecidos que no pueden enfrentar la creciente demanda. En Cuba, la falta de mantenimiento y la obsolescencia de las centrales termoeléctricas, algunas con más de 40 años, contribuyen a la crisis. El consultor Emilio Romero estima que se necesitarán al menos 10.000 millones de dólares para modernizar el sistema eléctrico cubano.

El cambio climático exacerba la crisis energética en la región

El cambio climático ha puesto en evidencia las debilidades de los sistemas eléctricos en América Latina. Las sequías extremas, las olas de calor históricas y la creciente demanda han incrementado la presión sobre las infraestructuras eléctricas. En Brasil, por ejemplo, la peor sequía en 74 años ha reducido significativamente el nivel de los embalses hidroeléctricos. Las principales plantas hidroeléctricas de la Amazonía operan solo entre el 3% y el 10% de su capacidad, lo que ha obligado al gobierno a recurrir a plantas térmicas que funcionan con gas y diésel.

Por otro lado, Colombia, que tradicionalmente exportaba electricidad a países vecinos como Ecuador, ha dejado de hacerlo debido a su propia crisis energética. Aunque su modelo energético sigue siendo relativamente sólido, expertos advierten que, a partir de 2027, la falta de nuevos proyectos de energía podría generar problemas de suministro, especialmente en caso de fenómenos como El Niño.

Otros países afectados por la crisis energética en América Latina

La situación no es exclusiva de Ecuador, Cuba y Brasil. Venezuela enfrenta apagones diarios, especialmente en áreas alejadas de Caracas, mientras que México sufrió apagones significativos en mayo debido a una ola de calor que incrementó la demanda energética en 18 de sus 32 estados. Argentina, por su parte, ha anunciado el «Plan Verano 2024-2025″ para prevenir apagones, ya que su sistema eléctrico está al borde del colapso debido a la falta de inversiones en las últimas dos décadas.

Uruguay, que cuenta con una matriz energética mayoritariamente renovable, ha evitado los apagones, pero enfrenta un aumento en los precios de electricidad importada desde Brasil durante los períodos de sequía.

En Puerto Rico, el desafío radica en la recuperación de la infraestructura eléctrica tras los huracanes, lo que contribuye a los apagones frecuentes debido a una red vieja y con un poco mantenimiento.

Soluciones y el camino hacia un futuro sostenible

A pesar de los esfuerzos de los gobiernos de la región, la falta de inversiones, la obsolescencia de las infraestructuras y la creciente demanda energética siguen siendo los principales obstáculos para garantizar un suministro eléctrico estable y eficiente. El cambio climático está exacerbando estos problemas, lo que hace urgente una reforma estructural en el sector energético y una transición hacia fuentes de energía renovables para asegurar un futuro más sostenible para América Latina.

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