LA DELGADA LÍNEA AMARILLA

Por: Rafael Antonio Mejía Afanador
Común era en mis tiempos inventar toda suerte de juegos para matar el ocio. Eran épocas en que lo único que podíamos matar así porque sí era el tiempo.
Un entretenimiento bastante agradable era el de las adivinanzas, los trucos y las “perradas”. En mi Paz de Río había un experto en esos trucos: Leonidas Gómez, el famoso “Marquetalia”, un simpático señor, contemporáneo de mis padres, que sacaba de su repertorio toda una baraja de trucos para entretenernos. Muy usuales las apuestas con una cajita de fósforos, que nos dejaba literalmente como los cerillos: con la cabeza estallada.
Los que no éramos muy aventajados en estas lides, tirábamos a hacer unas adivinanzas al estilo de las coplas cojas, es decir con la perrada bien oculta. Recuerdo una de Constantino Riveros Jr. quien nos decía cosas como: –Anoche estuve en cine, pero me tocó salirme. –Ah, ¿sí? ¿y eso por qué? –Porque se acabó la película, jejeje. Después le encimaba a uno la carcajada y uno a rascarse la cabeza por haber sido ingenuo.
Otra que sacábamos a relucir para posar de avispados era lo de las preguntas capciosas. Recuerdo en especial una que, además, es la metáfora perfecta para los que crecen, viven y mueren por las soluciones fáciles. Decía: “¿cómo se meten cuatro elefantes en un Renault 4? –Pues fácil, dos adelante y dos atrás” Más o menos así de fácil fue la solución para descongestionar y hacer más segura la vía Sogamoso – Iza.
Así como dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, detrás de una gran idea, siempre debe haber un gran genio. Imagino, alguien tiene que ser el “padre de la creatura”. Veamos, al final de los años 90, por ejemplo, a la entrada de Tunja, cuando la avenida con doble calzada comenzaba a la altura del finado IDEMA, a un genio se le ocurrió que, para descongestionar la entrada a la capital boyacense, lo mejor era convertir la avenida en una de tres calzadas. ¡Y lo hicieron! En lugar de pintar una línea para hacer dos carriles, pintaron dos líneas para hacer tres, toda una obra maestra de la ingeniería. La transformación duró un poco menos de medio día. Ni la ingeniería japonesa hubiera logrado tal hazaña.
Pues esa misma solución se le ocurrió a algún geniecillo para mejorar la movilidad y la seguridad de la carretera que conduce a Iza. Pintaron dos líneas blancas en las orillas y una línea amarilla en el centro y adivinen qué: se convirtió en una super autopista en menos de dos días. Hace más de diez años, según tesis del ingeniero José Ramiro Ayala, no se le hace un mantenimiento profundo a esta importante vía, debido a “una pobre gestión en planes de mantenimiento”. Esto es un eufemismo técnico muy considerado para significar chambonería, desgreño, corrupción, indolencia y meimportaunculismo.
Los conductores responsables, los que siempre cumplen con las reglas de tránsito llueva, truene o relampaguee, deberán armarse con la infinita paciencia del santo Job para irse detrás de un triciclo motorizado que carga material de construcción o una buseta con todo y sus paradas, en una laaaaarga fila, a menos de veinte kilómetros por hora (como en línea amarilla no se puede adelantar, pues…). A eso súmenle los grupos de ciclistas deportivos que utilizan la vía. Como decían los payasos de los circos que iban a Paz de Río, “las tres velocidades del burro: despacio, más despacio y parado”. Imagínense cuánto va a durar el viejecito a Iza o Firavitoba.
El número cada vez más creciente de volquetas y camiones pesados, tiene a esta vía literalmente con la lengua afuera. Hay más de 23 volquetas, sólo de Holcim, que cargan más de las 18 toneladas, que es el máximo de resistencia de la capa asfáltica, en un promedio de cuatro viajes diarios de puzolana, así que hagan cuentas de cuánto tonelaje diario se come esta carretera. La empresa lleva más de 40 años dándole mate a la vía y pasa silbando alegremente por el ladito como si nada.
En 2006, no hace sino 19 añitos, hubo un proyecto llamado Plan 2.500 en el cual se anunciaba con bombos y platillos que el departamento se comprometía a financiar el 50% de la intervención de la vía, que llevaría tramos de hasta siete metros de ancho, donde la geografía lo permitiera y bermas de un metro a cada lado. Igualmente, el alcalde de la época, Luis Guillermo Barrera manifestó que con el apoyo de la ciudadanía gestionaría ante los gobiernos departamental y nacional la construcción de una ciclorruta entre la calle tercera sur y la vereda Vanegas. Aquí estamos sentados esperando.
Esta importante vía, que no ha tenido dolientes, es altamente peligrosa por varias razones, a saber: es angosta, parece una carreterita de vereda con capa asfáltica. Hay sectores que presentan hundimientos: alguien que no conozca la trocha, que vaya de noche y con alguito de lluvia, accidente seguro; mínimo la vaina termina en un buen susto. No tiene bermas ni paraderos: las busetas deben recoger a los pasajeros parqueadas en la mitad de la vía, no hay de otra. El tráfico de vehículos pesados es intenso.
Los sábados y domingos, por el asunto del turismo, la movilidad es imposible: qué vergüenza con los turistas que tienen que, además, padecer la carrera 11 ¡con unos huecos! que con medio aguacero más ya van a estar de lado a lado, le provoca a uno echar el carro al hombro. Nuevamente qué pena. Los restaurantes de la famosa ruta de la carne (que es una delicia) no tienen parqueaderos suficientes, luego los carros tienen que parquear a lado y lado de la vía… y con semejante berma, pues calculen. La vía tiene un alto tráfico de ciclistas deportivos y trabajadores que arriesgan el pellejo en medio del tráfico, mis respetos.
¿Y nuestras autoridades? Bien, gracias.
Pero no todo es malo en esa vía: tiene pintada en la mitad una hermosa y delgada línea amarilla. Hasta luego.
Pregunta chimba: El viernes pasado entré a un almacén frente al antiguo Tía y la empleada muy atenta a su celular no se percató de mi presencia hasta que ya me iba del almacén. ¿Eso hace parte de la reforma laboral?
Pregunta chimba 2: ¿Qué tan contraproducente es que unos papitos les compren a sus hijos patinetas eléctricas para que no tengan que moverse ni para traer el pan?