Opinion

LOS RESULTADOS ICFES

Por Lizardo Figueroa

Todos los años por estos días hay gran expectativa sobre los resultados de lo que ahora se denominan Pruebas Saber 11, aplicadas a los estudiantes de último grado de los colegios en Colombia.

El Ministerio de Educación Nacional considera que el examen aludido mide la calidad académica del servicio educativo que se ofrece en el país.

Invariablemente se repite la historia: los honores se los llevan las instituciones de carácter privado; resulta fácilmente entendible que así sea.

Detrás de lo que denominan excelencia educativa hay un cúmulo de circunstancias y presupuestos de hogar y de familia que posibilitan esos triunfos; la holgura económica que permite niños y jóvenes afortunados atendidos con todo tipo de asistencias y acompañamientos conducen a óptimos resultados.

El contraste se sitúa en los muchachos de estratos populares, quienes carecen de los insumos básicos para obtener mejores logros.

Las pruebas, si bien son un referente, no indican todo el proceso educativo que los educadores trabajan en el día a día de su desempeño profesional.

Sin embargo, es esperable que al menos en su mayoría, los bachilleres que se gradúan por miles en Colombia, tengan las mismas oportunidades de educación superior que se ofrecen en la nación, siendo las aludidas pruebas el requisito exigido.

A la luz de los resultados, hay que decir que, en las principales ciudades de Boyacá, la educación privada sigue estando a la vanguardia, seguida de algunas instituciones oficiales, especialmente de provincia, que se destacan merced a la comunión de esfuerzos del trípode padres, profesores y estudiantes.

La educación es la puerta de entrada a las diversas y hoy escasas oportunidades laborales y de ascenso social que brinda el país, por lo cual resulta imperioso brindarla con excelentes estándares de calidad.

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