Opinion

Sin luz al final del túnel

Editorial

Sin luz al final del túnel

Y continúa la protesta del vecindario del relleno sanitario Terrazas del Porvenir en Sogamoso. Poco o nada dejan escuchar sus voces el alcalde, Rigoberto Alfonso y Pedro Elías Barrera, gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Sogamoso, Coservicios. Esta afonía es inexplicable en una sociedad que debe responder a principios democráticos, en la cual la libre expresión es garantizada al igual que el disentimiento.

Tratándose de políticas gubernamentales o administrativas, las voces en favor y en contra de una determinada medida deben ser expuestas y escuchadas por la sociedad de manera libre y neta. Esta situación de controversia, entre Coservicios y la comunidad del relleno, refleja lo distantes que se encuentran el alcalde y el gerente de la realidad y las responsabilidades por las que deben responder y por las cuales devengan jugosos salarios.

Sin embargo, los funcionarios están faltando a sus deberes laborales –sin hablar de sus responsabilidades políticas ni de sus obligaciones éticas, si es que aún ellos creen poseerlas.

Han pasado semanas, meses, poco importa ya el tiempo porque la protesta y el mal se convirtieron en crónicos. Los funcionarios dejaron crecer el problema sin que se les escuchemos razones, más bien se oyen mentiras, promesas y recuento de hechos o ‘realizaciones’ que, según ellos están efectuando: viajes a ministerios en compañía de otras autoridades –gobernador, director de Corpoboyacá, procuradores, etc.,—sin que se obtengan resultados ni propuestas. Y eso que el tiempo apremia…

La falta de planeación y de prospección sobre la vida del relleno es fehaciente. El relleno es un espacio y como tal es limitado, por lo que  Coservicios ya debería estar gestionando la construcción de otro vaso o preparando la última terraza, si es que es posible. Sin embargo, de eso poco hablan gerente y alcalde. Como dice el dicho “Mijo, mejor no haga nada que así poco se equivoca”.

De parte de las comunidades, que mantienen su inconformidad de hecho, poca actividad han desplegado con otros sectores de la ciudadanía. Se podría afirmar que, en general, la ciudadanía se interesa poco por lo que pueda ocurrir, tal vez está interpretando mal la situación u ojalá: desconoce la gravedad sanitaria del hecho. Es conveniente recordar que, aparte del problema sanitario para los sogamoseños, también son los habitantes de 42 municipios que están y se verían seriamente afectados ante la falta de decisiones y soluciones.

De señalar también que la propuesta de cerrar el relleno sanitario inmediatamente es, por ahora, imposible de llevar a cabo. La inexistencia de una solución a corto plazo en ese sentido hace que la propuesta sea completamente inviable e imposible de realizar porque significaría una catástrofe sanitaria.

El hecho de que la comunidad desconozca el peligro sanitario se puede obviar con información a través de las juntas de acción comunal, parroquias y medios de comunicación sensibles a la problemática. De lo que sí la ciudadanía se debe cuidar es del mandatario de los sogamoseños y del gerente de Coservicios que han demostrado que llegaron al máximo grado de incapacidad para resolver la situación. Habrá que solicitar en instancias gubernamentales superiores una intervención de Coservicios ante esa incapacidad administrativa de la que parece ser estamos sin luz al final del túnel.

¿el menos conveniente?

Director Boyacá Visible

Jorge Armando Rodríguez Avella 

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