¿Qué son los ‘colivings’ rurales? La tendencia de casas rurales para nómadas digitales
El mundo cambió con la llegada de la pandemia de la Covid-19. Nuestros hábitos se transformaron, y aquellos que antes preferían las grandes urbes comenzaron a valorar la vida pausada, la que transcurre entre la naturaleza, el aire puro y la lejanía de la contaminación acústica.
Sin embargo, este cambio de perspectiva no solo ha sido un asunto de preferencia personal, sino que ha abierto la puerta a una nueva tendencia: los ‘colivings’ rurales.
Antes de la pandemia, la vida se dividía entre amantes de las ciudades y apasionados por la vida en el campo. Pero la cuarentena cambió la percepción de muchos, y muchos de los urbanitas comenzaron a valorar la tranquilidad, la vida al aire libre y la sencillez que ofrecen los pueblos.
Algo que preocupa a muchos países, es la amenaza de despoblación en muchas regiones rurales, lo que lleva a la necesidad de revitalizar estos lugares. Algunos habitantes urbanos buscan trasladarse a zonas más rurales, no solo por preferencia, sino también por motivos económicos, ya que las ciudades ofrecen más oportunidades laborales.
Pero la salud mental se ha convertido en un tema relevante, y muchos han comenzado a reconocer los beneficios de alejarse del estrés de las ciudades para encontrar una vida más tranquila en entornos rurales.
La solución para equilibrar la búsqueda de calma y al mismo tiempo revitalizar los pueblos es la creación de ‘colivings’ rurales y coworkings en estas zonas, pues son espacios compartidos habilitados para aquellos que teletrabajan, mientras que los colivings van un paso más allá, ofreciendo una experiencia residencial comunitaria, donde profesionales que trabajan de forma remota pueden interactuar y colaborar.
Los usuarios de estos espacios suelen ser autónomos y freelancers, y disfrutan de las comodidades que ofrecen en un entorno natural. Además, el costo de vida en estos lugares suele ser más bajo, lo que atrae a nómadas digitales y trabajadores remotos.
Estos ‘colivings’ rurales promueven un estilo de vida sostenible, la conexión con la naturaleza y el desarrollo personal. Fomentan la agricultura orgánica, la producción de alimentos locales y la conservación de recursos naturales. También ofrecen una variedad de actividades, como clases de jardinería, cocina y artesanía, excursiones, y actividades de ciclismo o senderismo; contribuyendo a revitalizar zonas rurales amenazadas por la despoblación que promueven la sostenibilidad y la comunidad. Esta tendencia parece estar ganando fuerza y ofrece una forma alternativa de vida para aquellos que buscan una experiencia más tranquila y enriquecedora.
