Un llamado de emergencia por la escasez de agua
Según la ONU Habitat, 884 millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable. Este recurso vital es esencial para la salud pública y claro está para bienestar general.
Las principales fuentes de agua para uso humano, como lagos, ríos, la humedad del suelo y cuencas de aguas subterráneas, están distribuidas de manera irregular y, en general, se encuentran lejos de las zonas urbanas. Alrededor del 36% de la población mundial, es decir, 2,400 millones de personas, vive en regiones con escasez de agua. Además, se estima que el 52% de la población enfrentará severas dificultades hídricas hacia el año 2050.
A pesar de su importancia, el acceso al agua en las ciudades es limitado. En la actualidad, este preciado recurso se está agotando debido a los drásticos cambios ambientales. Ejemplos de esto incluyen el río Amazonas, que ha mostrado niveles alarmantes de sequía, y la represa que suministra agua a Bogotá, que se encuentra en niveles bajos. Paradójicamente, Florida enfrenta uno de los huracanes más intensos de su historia mientras otras regiones luchan frente a los estragos de la sequía.
Un informe de BBC News en julio de 2024, señala que el consumo de agua en América Latina podría duplicarse respecto al promedio mundial. Muchas ciudades y países están expuestos a lo que los expertos llaman «estrés hídrico», que se refiere a la relación entre la demanda y la oferta de agua en una región.
Desde 1960, la demanda mundial de agua se ha duplicado, mientras que los recursos hídricos disponibles son cada vez más escasos. El aumento en el consumo de agua se produce junto a una disminución en la disponibilidad, exacerbada por eventos extremos relacionados con el cambio climático, como el aumento de temperaturas y sequías prolongadas.
En México, la situación es crítica, especialmente en Ciudad de México, donde el sistema de almacenamiento Cutzamala ha reportado niveles históricamente bajos. Montevideo (Uruguay) también enfrenta desafíos; la presa Paso Severino, principal fuente de suministro de la ciudad, alcanzó solo el 2% de sus niveles en julio de 2023. En Lima (Perú), los residentes sufrieron cortes de agua que superaron las 96 horas el año pasado.
Es fundamental que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de cambiar la historia de un planeta que clama por ayuda debido al daño que hemos permitido. La crisis del agua requiere acciones urgentes y colectivas para garantizar que más adelante no lamentemos la falta de este recurso .