Una construcción tan grande que, puede verse desde el espacio y no es la Gran Muralla China
El mito de que la Gran Muralla China es la única construcción visible desde el espacio ha sido desmentido por una estructura menos conocida pero igualmente impresionante: los invernaderos de Almería, en España.
Estos invernaderos, ubicados al sur de la península ibérica en la comunidad de Andalucía, abarcan más de 30.000 hectáreas y son fácilmente detectables desde los satélites que orbitan la Tierra.
El astronauta español Pedro Duque confirmó durante uno de sus viajes espaciales que los invernaderos de Almería son la única estructura que puede verse casi perfectamente desde el espacio. Esta afirmación fue respaldada por Michael López-Alegría, otro astronauta español y excomandante de la Estación Espacial Internacional.
Los invernaderos de Almería se extienden a lo largo de la costa española, presentando una vista impresionante como una mancha blanca en el desierto. Con una superficie que varía entre 20.000 y 70.000 hectáreas, estos invernaderos son el corazón de la producción agrícola en España, cultivando una amplia variedad de frutas y verduras tropicales.
La producción en estos invernaderos es posible gracias a los acuíferos subterráneos que los alimentan. Sin embargo, su existencia se debe a la necesidad de cultivar de manera artificial en un entorno desértico, donde sería imposible producir alimentos de forma convencional.
Cada año, estos invernaderos producen entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras, contribuyendo significativamente a la industria agrícola española y al suministro de alimentos en toda Europa.
Las impresionantes imágenes de este «mar de invernaderos» fueron capturadas por el satélite Landsat 9 el 24 de mayo de 2022, mostrando claramente la extensión de estas estructuras alrededor de la ciudad de El Ejido, cerca de las Costas de Dalías.
La historia de los invernaderos de Almería se remonta a mediados del siglo XX, cuando los agricultores comenzaron a implementar técnicas de cultivo protegido para adaptarse al clima árido de la región. Desde entonces, los invernaderos han experimentado un crecimiento exponencial, convirtiéndose en una vista asombrosa desde el espacio y una parte integral de la economía agrícola española.
