60 años de la I.E. Técnica de Firavitoba una utopía hecha realidad

Por Sylvius de Gundisálvez y Parthearroyo

Corría el año de mil novecientos sesenta y dos, año en el que el señor cura, Jorge Arsenio López, instaba en las homilías dominicales al entonces Honorable Concejo Municipal de Firavitoba a buscar los medios para que el municipio tuviese un centro educativo en el cual los jóvenes pudieran continuar sus estudios luego de terminar su educación primaria.

Entonces, quienes tenían los medios iban a Sogamoso o a otras partes a seguir sus estudios secundarios, pero, la gran mayoría se quedaba sin esta posibilidad porque la situación económica de la mayoría de habitantes en aquellas épocas no era boyante, sobre todo en la comunidad campesina, lo que indicaba que se verían truncados los sueños de muchos jóvenes y tendrían que conformarse con sus estudios primarios, con lo que esto implicaba.

Por fortuna, la solicitud del padre López surtió efecto y la mayoría de los concejales, que por entonces ejercían su labor ad honorem, es decir sin recibir ningún emolumento por ello, que pertenecían a los tradicionales partidos conservador y liberal y que debatían con argumentos y defendían sus principios, lograron ponerse de acuerdo con gran altruismo y en beneficio de la comunidad que los había elegido y es así que mediante el Acuerdo número cinco del 30 de diciembre de 1962, crean el colegio, asignándole una partida de sesenta mil pesos que serían tomados del presupuesto de rentas y gastos, en tres vigencias consecutivas: iniciando con cinco mil pesos para el año de 1963 y los restantes cincuenta y cinco mil en las dos vigencias posteriores, años de 1964 y 1965.

El Colegio inicia oficialmente el día tres de marzo de 1963 y las clases el cuatro de los mismos mes y año con dos cursos: quinto de primaria -36 estudiantes- y primero de bachillerato -23 estudiantes-, bajo la dirección del profesor Germán de Jesús Molano González como su primer rector y Mario Antonio González Patarroyo como director del grado quinto. Quien escribe esta nota tuvo el honor y privilegio de pertenecer a este grupo de estudiantes y ha visto cómo el Colegio se ha ido transformando a través del tiempo: 18 rectores en propiedad y encargados lo han regentado y se han preocupado por ello, siendo la rectora actual la profesora María Trinidad Pérez Colmenares.

Con gran emoción, recuerdo a la primera asociación de padres de familia, que por instancias del rector de la época, el profesor Manuel Salvador Rodríguez “Cucacho”, se crea como “Asociación de Amigos del Colegio”, en asamblea llevada a cabo el 2 de febrero de 1965, quienes con empeño se proponen mediante actividades: bazares, reinados, colectas, veladas culturales y rifas recoger fondos para ir construyendo la planta física y adquiriendo los terrenos aledaños a la Escuela General Santander, en donde se iniciaron las labores, para ampliarla, de suerte que hoy en día cuenta con una buenas y generosas instalaciones las que se han ido adecuando con el tesón de Asociaciones de Padres de Familia posteriores y algunos pocos auxilios gubernamentales, que permiten, junto con la planta de personal docente y administrativo brindar una educación de buena calidad.

La primera promoción de Bachilleres se logró en 1973; diez años después de su fundación y desde entonces ininterrumpidamente se han graduado jóvenes, tanto de Firavitoba como de los municipios vecinos, que, en la actualidad, en su adultez, ejercen diferentes profesiones y oficios, gracias a las enseñanzas inicialmente impartidas en las que se insiste en la ética y la responsabilidad como principios de “formación de líderes de hoy y de mañana” como reza su eslogan.

Aquella idea, un tanto utópica del padre Jorge Arsenio, se ha hecho realidad porque quienes para la época pensaban más en su pueblo que en su beneficio, lograron plasmarla y ahora se ven muchos frutos. Infortunadamente la elección popular tanto de alcaldes como de concejales no ha traído un adelanto significativo para el municipio y por ende para la educación. “Mal de muchos, consuelo de tontos”, reza el adagio popular, porque a diario vemos que, en más del noventa por ciento de los municipios de Colombia, las quejas son las mismas. Da tristeza el ver cómo los ciudadanos se dejan seducir por imposibles, por promesas o por regalitos y eligen, mientras los exiguos presupuestos municipales van a parar a los bolsillos de algunos que fueron elegidos.

Las instituciones educativas, como la nuestra, la que llevamos en el corazón y a la que recordamos con tanto afecto, necesitan mucho más que una “manito de pintura” o el arreglo a medias de una gotera. Hay que pensar más en la formación integral verdadera, para que esa buena calidad se transforme en excelencia. Esto podría conseguirse, repito, si las autoridades volvieran como en aquellas épocas a pensar en pro de la comunidad: los concejales eran de verdad honorables, no devengaban ni trataban de aprobar acuerdos que les beneficiasen; los alcaldes eran designados por los gobernadores y a veces, en menos de un año y con menos presupuesto, hacían obras que en los actuales gobiernos no hacen en cuatro; no buscaban la forma de favorecer contratistas para ganarse lo que se volvió normal: “el diez (o más), que es lo de ley…” (dicen sin ápice de rubor).

Da grima que en estas calendas, y a propósito de elecciones, los candidatos, muchos de ellos egresados o exalumnos, vayan de tumbo en tumbo buscando entrada en uno y otro movimiento político, sin importar si cambian de partido “como cambiar de calzones” y por consiguiente de una sospechada o sospechosa ideología, como vemos, vendiéndose al mejor postor o más bien comprando avales que les permita la oportunidad de recuperar la “inversión” y enriquecerse motu proprio o por “interpuesta persona”, traicionando de esta manera a la Institución que creyó que en verdad los había educado en ética, valores y responsabilidad.

Alejándose de esa realidad, en esta semana y a partir del miércoles 27 de septiembre lo que se inició como “Colegio de Bachillerato para Varones de Firavitoba” en 1963, actualmente Institución Educativa Técnica de Firavitoba, de carácter mixto, quiere celebrar con toda la comunidad su sexagésimo aniversario de vida, para lo cual ha organizado una serie de eventos de carácter académico, artístico, científico, técnico, folclórico, cultural y familiar, en las que participan no sólo talentos y comunidad educativa de la Institución, sino de otras partes a las que todos estamos invitados.

¡GLORIA, INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA DE FIRAVITOBA! CON LA AYUDA DE TODOS, ¡SERÁS CADA VEZ MÁS GRANDE!

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