Crecimiento del turismo en Colombia: Desafíos ambientales en el Valle de Cocora
El turismo en Colombia ha crecido un 8,5% en lo que va de 2024. Sin embargo, un reportaje de DW ha destacado los daños que esta actividad ha causado en la naturaleza, especialmente en lugares como el Valle de Cocora, en el Eje Cafetero. Expertos advierten sobre la necesidad de implementar procesos de certificación y mitigación para proteger la biodiversidad de la región.
Marisol Marín, turista de la zona, expresa: “Las fracturas, el agua sufre, los caminos, los mismos animales que se utilizan para transportar a la gente… Creo que hay mucho abuso en algunos momentos”. El uso de carros y caballos ha alterado la calma del Valle de Cocora y del vecino municipio de Salento.
Aunque los empresarios del turismo afirman que esta actividad ha mejorado las condiciones de vida, también han surgido problemas, como el aumento de la violencia, no necesariamente vinculada a armas, sino a la competencia económica. Actualmente, el municipio se ha convertido en un centro comercial al aire libre.
De los 1,700 negocios en Salento, 1,150 están dedicados al turismo. Este crecimiento ha generado un impacto ambiental perceptible, especialmente en las fuentes de agua locales. Durante un fin de semana, la población puede aumentar de 9,000 a 20,000 visitantes, lo que pone presión sobre los recursos. Los habitantes locales se quejan de la falta de un plan de mitigación ambiental para contrarrestar los efectos de la actividad turística.
Álvaro Botero, licenciado en ciencias ambientales, señala que esta problemática se intensifica cuando la población se dispara en un área tan pequeña. Garantizar el acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento se vuelve cada vez más difícil, y todos los cuerpos acuáticos están recibiendo una carga contaminante creciente.
Los expertos enfatizan la necesidad de certificar ambientalmente las empresas turísticas. Es fundamental que estas entidades se comprometan a prácticas sostenibles para evitar un daño irreversible a la biodiversidad. Proteger el entorno es crucial, ya que, aunque la economía crezca, destruir la naturaleza no es una opción viable a largo plazo.