Opinion

ARMAS AL ALCANCE DE LOS NIÑOS

Por Lizardo Figueroa

Gran noticia. Se acaba de dar un paso muy importante en el camino correcto hacia la paz en Colombia.

Después de varios intentos por desarmar el espíritu violento que nos asiste desde siempre y que ha lacerado sin piedad a nuestra martirizada patria, cuyo martirio terminó tristemente por convertirnos en uno de los cementerios más grandes del mundo, el sentido común ha iluminado a algunas autoridades de gobierno y del congreso en la promoción de la cultura en los colegios públicos del país.

La sanción de la ley de «Artes al Aula» marca un hito importante en la historia reciente de la educación colombiana. Descubrir y cultivar el talento artístico en los niños y jóvenes ya no será opcional sino un mandato expreso en el horizonte formativo de las nuevas generaciones.

En el alma de cada ser humano subyace la belleza, la estética, el romanticismo, la espiritualidad sosegada en fin, que da sentido a la vida y que a veces la educación formal descuida o ignora en tiempos de la ciencia, la tecnología, el vértigo de las telecomunicaciones, el ruido, la velocidad y de lo que hoy se ha dado en llamar la Inteligencia Artificial (IA).

El arte en sus múltiples manifestaciones, cultivado con pasión, dedicación, estudio y disciplina, está demostrado, desarma la violencia, eleva el alma, genera gozo y promueve valores de fraternidad, compasión y convivencia.

Una guitarra, una flauta, un tambor, un requinto, un saxofón, una trompeta, un pincel, una partitura, una gubia; el baile, el teatro, la poesía, la pintura, las voces del canto, la escultura, la lectura y la escritura creativa, en fin, son «armas» poderosas al alcance y en las manos de los escolares.

Un joven asomado al arte, adquiere todos los elementos y condiciones para ser un mejor ser humano: dedicación, disciplina, trabajo, constancia, disfrute sano, convivencia, respeto, espíritu de grupo, generosidad, solidaridad, puntualidad y estudio; un muchacho enamorado de alguna de las bellas artes, en su mente no tienen cabida los vicios que destruyen, las malas amistades, los vacíos que a su edad suelen ser los preámbulos a la desgracia.

Celebro que el talento artístico sea parte fundamental de la educación de mi país; en adelante, habrá más espacio de promoción del talento que crea identidad y amor por la patria rescatando y cultivando nuestra esencia; tenemos en todos los rincones de nuestra geografía, magníficos artistas y cultores que serán los maestros de nuestros nuevos compatriotas.

Que en el ambiente escolar haya talleres de artes, que se escuchen nuestros aires musicales, nuestras danzas, nuestras canciones, nuestras bellezas naturales en los murales, nuestro teatro, nuestra literatura, en fin, es una ganancia maravillosa.

Nace una nueva esperanza de paz desde los colegios; que la reglamentación de la Ley de Arte al Aula, su implementación y con recursos suficientes para su sostenibilidad en el tiempo, redunden en beneficio de una sociedad más próspera y en paz.

Es esperable y urgente que se masifique esta estrategia en todas las regiones de la patria.

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