Fabio Ochoa: Del cartel de Medellín a su liberación tras 25 Años
Fabio Ochoa Vásquez, nacido el 2 de mayo de 1957 en Medellín, es un nombre clave en la historia del narcotráfico en Colombia. Como uno de los líderes del Cartel de Medellín, junto a sus hermanos Jorge Luis y Juan David, Ochoa jugó un papel central en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos durante las décadas de 1980 y 1990, bajo el mando de Pablo Escobar.
Proveniente de una familia adinerada dedicada a la ganadería y la cría de caballos, su posición económica facilitó las operaciones del cartel. Sin embargo, su destino cambiaría en 1990, cuando se entregó a las autoridades colombianas tras un decreto del entonces presidente César Gaviria que garantizaba la no extradición a Estados Unidos para quienes se entregaran voluntariamente. Pasó seis años en la prisión de alta seguridad de Itagüí y fue liberado en 1996.
En 1999, su pasado volvió a alcanzarlo. Fue arrestado nuevamente por cargos de narcotráfico y extraditado a Estados Unidos en 2001. Dos años después, un tribunal estadounidense lo condenó a 30 años de prisión por conspiración para importar cocaína.
El próximo 12 de diciembre de 2024, Fabio Ochoa será liberado tras cumplir 25 años de condena. Su liberación ha generado intensos debates en Colombia y Estados Unidos sobre justicia y la lucha contra el narcotráfico. Aunque se espera su deportación a Colombia, su regreso enfrenta retrasos debido a procedimientos legales pendientes en Estados Unidos.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, manifestó que el regreso de Ochoa a Colombia debe significar una oportunidad para resarcir sus errores ante la sociedad colombiana. “Esperamos un buen comportamiento ajustado a la ley, cómo actúan los ciudadanos colombianos (…) no podemos permitir que recuperen el poder que tenían en nuestro país frente a actividades de narcotráfico”, dijo el jefe de cartera.
Las autoridades colombianas han mostrado preocupación por las posibles implicaciones de su retorno, dada la influencia que los Ochoa tuvieron en el pasado. Su liberación reabre heridas y revive discusiones sobre el impacto del narcotráfico en Colombia, una historia que aún resuena en la memoria colectiva del país.
