GABINETE CAÓTICO

El pasado miércoles 5 de febrero se anunció una alocución presidencial por la televisión de Colombia, pero cuando toda la teleaudiencia esperaba las pedagógicas palabras del señor Presidente, lo que se empezó a transmitir fue la reunión del Consejo de Ministros, convocados para discutir los decretos de Conmoción Interior para enfrentar el grave problema que enfrenta el Catatumbo. Pero, lo que los colombianos vimos en esa transmisión fue un rifirrafe absurdo entre los miembros del Gabinete.
En primer lugar, la vicepresidenta y ministra de la igualdad, se quejó de que la ahora canciller Laura Sarabia no la respeta y que su gente le dice estaba mejor antes de que ella ostentara la vicepresidencia.
Luego vino otra intervención ácida, esta vez por cuenta de la ministra Susana Muhamad quien se despachó contra Armando Benedetti; dijo exactamente que no podía sentarse en la misma mesa con el ahora jefe de gabinete. Estas fueron las intervenciones más relevantes en cuanto a inconformidades con los más recientes nombramientos hechos en el gobierno de Gustavo Petro.
Ahora bien, cómo entender este incidente y cómo afecta al Gobierno Nacional. Es muy probable que al sentir que habría transmisión televisiva, los egos se alborotaron y sintieron que era el momento del autoelogio al ensañarse contra personajes altamente impopulares, es cierto, pero el resultado fue enviar a la ciudadanía una sensación de caos, de desorden y de que el Presidente se empeña en mantener funcionarios corruptos. Indudablemente causó mucho daño esa salida en falso, pese a que obstinadamente Petro insiste en que se seguirán transmitiendo estas reuniones.
Lo que se puso en evidencia también fue la muy discutible capacidad de la Vicepresidenta para enfrentar una eventual ausencia temporal o permanente del Primer Mandatario. Quejarse en público porque una compañera de trabajo no la respeta no es muestra de entereza sino una forma de inspirar lástima y la política es violenta y se juega sin consideraciones. Ser mujer y negra fue una fórmula exitosa para conseguir votos, pero una vez lograda la victoria lo que se esperaba de ella era una mujer aguerrida tomando decisiones por la igualdad, para eso le crearon su ministerio, pero lo que se ha visto es una gestión opaca y muy deslucida.
La presentación del Consejo de ministros salió mal. No se contó con que el único punto importante que era la situación del Catatumbo apenas se tocó porque no se contaba con que lo que iba a primar era una lucha para aprovechar las cámaras para ver quien era capaz de robarse el show y fue lo que sucedió. Aprenda Presidente!
La derecha celebra cada traspiés del Gobierno como triunfo propio, sin embargo, hay otras lecturas diametralmente opuestas. No debemos dejarnos ganar por el pesimismo ante un revés impredecible. El pueblo colombiano ha dado muestras de entender que muchas de las propuestas de cambio no se han podido materializar debido a las zancadillas del Congreso y de las altas cortes. Es muy probable que haya muchas sorpresas y un avance considerable en las elecciones de Senado y Cámara en 2026. Empero, no es tan claro el resultado para presidente dado que no se identifica todavía una figura capaz de defender y continuar el legado de Gustavo Petro.
Líderes de la talla del actual Presidente surgen uno cada siglo, personas capaces de interpretar el momento histórico y las necesidades de la gente. Petro es mejor valorado en el exterior que en Colombia, pero está cansado. Se nota que el asedio permanente y sin descanso de la derecha ha hecho mella en su capacidad de resistencia y en el fondo siente que sólo no puede dar esta lucha porque sabe que su lucha es antes que todo la del pueblo y es a éste a quien corresponde defender los logros hasta ahora alcanzados. Se cometió un error, hay que corregirlo y seguir adelante.
Por: Manuel Álvaro Ramírez R.
Magíster en Economía