Los caninos del Titanic: Perros que desafiaron el naufragio
El RMS Titanic, ese icónico transatlántico de lujo que hizo historia en abril de 1912 como una de las embarcaciones más grandes de su tiempo, no solo fue un refugio para la élite humana de la época, sino también para algunos afortunados caninos. Según la American Kennel Club (AKC), organización que se encarga de los registros de perros de pedigree en Estados Unidos, se estima que al menos una docena de perros viajaban a bordo del Titanic, acompañando a sus dueños en una travesía que prometía ser inolvidable. Razas como el Pomerania, el Pekinés y el Fox Terrier, eran solo algunas de las destacadas entre ellos.
A medida que la tragedia se desencadenaba, muchos de los perros fueron liberados o simplemente abandonados a su suerte en la cubierta del barco. Sin embargo, algunos fueron rescatados por sus dueños, quienes los llevaron consigo a los botes salvavidas o los escondieron entre sus ropas en un acto desesperado por garantizar su supervivencia.
Aunque no existen registros precisos sobre el número exacto de perros que lograron sobrevivir, se sabe que al menos tres de ellos lograron salir con vida del Titanic. Entre ellos estaban Lady, un Pomerania ; Sun Yat Sun, un pequinés; y otro pomerania cuyo nombre se desconoce pero, era propiedad de Martin y Elizabeth Jane Rothschild.
Sin embargo, no todas las historias tuvieron un final feliz. Muchos perros perecieron en las aguas heladas del Atlántico o desaparecieron junto con el barco.
La tragedia del Titanic ha generado numerosos relatos y leyendas que han perdurado en la cultura popular, incluyendo historias sobre la lealtad de los animales a bordo. Aunque es difícil verificar la autenticidad de cada una de estas historias, lo que es innegable es el impacto duradero que el naufragio tuvo en la conciencia colectiva y cómo sigue fascinando a generaciones de personas hasta el día de hoy.
