QUIÉN LE TEME A MIGUEL URIBE TURBAY

Nadie.
Por Manuel Álvaro Ramírez R.
Entonces pasemos a la siguiente pregunta, que es como nos han enseñado en series como CSI que se hace y que ante el desempleo creciente puso a miles de jóvenes a soñar con volverse médicos forenses o investigadores privados como si eso fuera soplar y hacer botellas. Quién se beneficia con un atentado a un precandidato de entre el montón que desfilaron como en prekínder en búsqueda de que el maestro les pusiera una carita feliz.
Lo que quedó en evidencia es que ninguno dio la talla y mientras a una señora de cuyo nombre no quiero acordarme amenazaba con la motosierra de Milei y otro con autodefensas, el director del Centro Democrático tenía que enmendarles la plana para que los supuestos candidatos no asustaran a los votantes con semejantes discursos. En ese ambiente caldeado se produjo el atentado contra uno de los precandidatos, no muy apreciado por sus colegas, pues lo consideraban hasta ese día un paracaidista, pero ahora toda la derecha quiere sacarle partido al intento de asesinato.
Volviendo entonces a la frase interrogativa inicial, digamos que no se sabe quién es el autor intelectual, pero lo que sí podría afirmarse con certeza es quien no fue. Porque, a pesar de la narrativa mediática para tratar de alguna manera de involucrar al Presidente de la República, éste es el último ser humano sobre el planeta a quien le interesaría sacar del camino al delfín nieto de Julio César Turbay.
Lo que siguió al atentado fue un libreto bastante conocido en circunstancias análogas, con el foco de atención puesto en Gustavo Petro. Aparecieron Vicky Dávila, Pacho Santos, María Fernanda Cabal, Miguel Polo Polo y demás representantes de la caverna prácticamente a señalar al Presidente como el determinador aunque no directo sino por sus discursos incendiarios.
Seamos claros: No es que la derecha crea, al menos sus ideólogos, que los discursos vehementes de Petro motivaron a un resentido para eliminar a un sujeto que no amenazaba con derrocarlo y que a pesar de que las encuestas pagadas con plata de su partido lo ubicaban como si realmente tuviera posibilidades, todo para recibir la bendición del hoy reo presente en un juicio por soborno de testigos y fraude procesal. Lo que molesta realmente a la derecha es que se ponga de presente su ascendiente esclavista y feudal, su voracidad para robarse los recursos públicos de la salud, del PAE y de los miles de millones desviados por Las Marionetas, las Abudinen, La Madrina, así como su alianza con el narcotráfico y otras formas delincuenciales, pero lo peor es cuando señala a los presuntos delincuentes con nombres propios. Eso es lo que los saca de quicio.
Entonces, la pregunta sigue en pie, ¿a quién beneficia un atentado contra un precandidato sin posibilidades reales, pero eso sí muy visible por sus ascendientes? A los interesados en generar caos y pretender incendiar el país si con eso se logra sembrar en el imaginario colectivo que el progresismo es un movimiento amorfo que no puede gobernar porque no está capacitado, aunque los resultados en materia económica y social muestren lo contrario.
Como colofón de todo este tinglado, hay que decir que hay por toda Colombia una ola de movilizaciones en respaldo de la Consulta Popular que sirve para mostrar un camino que el pueblo usaría como último recurso para exigirle al Congreso que respete la voluntad de las mayorías, eso prendió las alarmas y puso a discutir a los poderosos sobre el peligro. El resto consistió en hacer llegar el mensaje al departamento operativo para que tradujera el lenguaje cifrado y cuadrara la logística, el blanco era lo de menos porque había muchas opciones, pero de que estuvo bien escogido, no hay duda.