Opinion

SI NO TE HUMILLAS TE PONGO ARANCELES, PERO SI LO HACES, TAMBIÉN

Por Manuel Álvaro Ramírez R.

En una de esas frases lapidarias de la película El Padrino, don vito Corleone le dijo a su hijo: “Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca”, esto se lo cuenta Michael Corleone a Frank Pentangeli en una escena de esa película que tanto nos enseña del manejo del poder. Pues bien, esta evocación es para ilustrar lo que acaba de pasar con los aranceles que Estados Unidos le impuso al mundo y que trata por igual a Gustavo Petro a Javier Milei y a Daniel Noboa, presidentes de Colombia, Argentina y Ecuador respectivamente.

Como se recordará, Petro tuvo una posición digna frente a la deportación de colombianos y exigió respeto para nuestros connacionales, lo que molestó a la derecha, tan proclive al servilismo frente al imperio, Trump pataleó, amenazó con aranceles y Petro se convirtió en su enemigo aunque no de manera franca y abierta. Ayer Trump le puso a Colombia aranceles de 10% mientras a Argentina y Ecuador, cuyos presidentes Milei y Noboa, se caracterizan por su abyección al Gobierno gringo, igual carga les impuso. Conclusión, de nada sirve arrastrarse cuando se trata de los intereses norteamericanos.

Los Estados Unidos tienen un déficit comercial permanente con el resto del mundo, pero hay algunos países cuyas balanzas pesan mucho más que la de otros, veamos. La balanza comercial es la diferencia entre lo que un país le vende a los demás, menos lo que les compra si la diferencia es positiva se llama superávit y déficit si es negativa.

Según información de CNN lo que hizo la administración Trump fue una división simple entre el déficit comercial que Estados Unidos tiene con cada país y el total de sus correspondientes importaciones, eso lo divide por dos y trae el siguiente ejemplo: “El déficit comercial de Estados Unidos con China en 2024 fue de US$ 295.400 millones, y Estados Unidos importó bienes chinos por un valor de US$ 439.900 millones”. Entonces 295,400/439,900 = 0,68/2 = 0,34 x100 = 34% que fue el arancel que le impusieron a china.

No se trata de saber si el cálculo está bien o mal aplicado, aunque es difícil aguantarse las ganas de calificarlo como una chambonada, pero lo que es importante son las implicaciones para el mundo de una medida que es realmente una declaración de guerra.

Como no se trata de una decisión contra Colombia, lo cual hubiera sido un bocato di cardenale para quienes apuestan a que al país le caigan los mayores males posibles si eso les ayuda a recuperar el gobierno, sino contra el mundo, podría decirse que el primer impacto será un aumento en la inflación, que aquí damos por descontado, se le achacará a Petro. Pero, curiosamente Colombia podría tener algunas oportunidades para aprovechar y pescar en río revuelto, en lugar de ponerse a responder con aranceles que tendría costos políticos internos, ante una oposición que anda detrás del hombre como Shrelock Holmes, con lupa para pegarse del mínimo desliz.

En efecto, Vietnam nos desplazó como segundo productor de café a nivel mundial, aunque en exportaciones Colombia conserva el segundo puesto por el precio del café suave. El caso es que a Vietnam lo gravaron con el 46% lo que podría significar que Colombia podría disputar parte del mercado que actualmente tiene el país asiático. Nada como poner a los pobres a pelear por las migajas de los ricos pero así es la vida, qué le vamos a hacer. Y así como podrían buscarse nichos de mercado que para otros países dejan de ser atractivos tocaría escudriñar a ver dónde más se puede aprovechar algún resquicio.

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