Transparencia por Colombia: La corrupción en 2023
La Corporación Transparencia por Colombia, TPC, capítulo nacional de Transparency International, con presencia en más de 100 países, presentó los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023.
El IPC confiere puntajes entre 0 y 100 a 180 países, donde 100 indica que un país se percibe como muy transparente, mientras que 0 muestra que es percibido como muy corrupto. Toda calificación por debajo de 50 apunta a que el país enfrenta serios problemas de corrupción.
Los resultados
Colombia recibió una calificación de 40 puntos sobre 100, un punto por encima de su calificación en 2022. A pesar de que el nuevo puntaje no implica un cambio estadístico significativo, si se compara con las puntuaciones de 39 sobre 100 de los cinco años anteriores y de 36 sobre 100 desde el 2012, por primera vez habría expectativa de una tendencia de mejora en el índice.
En el ranking global, Colombia ocupó el puesto 87 entre 180 países evaluados, al ascender cuatro posiciones en relación con el 2022 y ubicarse nuevamente en la posición en la que se encontraba en 2021. Este cambio de posición en el ranking en parte se explica porque algunos países como Tanzania, Surinam y Guyana, con los que Colombia compartió la calificación de 39 sobre 100 en 2021, mantuvieron el mismo puntaje del año pasado.
Para el caso puntual de las Américas, el promedio se mantuvo en 43 puntos sobre 100 por quinto año consecutivo. Los países con mejor resultado fueron Canadá (76), Uruguay (73), Barbados (69), Estados Unidos (69) y Chile (66), mientras que los que tuvieron peor desempeño fueron Venezuela (13), Nicaragua (17), Haití (17), Honduras (23) y Guatemala (23). Cabe señalar que, de los 32 países considerados por el IPC en esta región, 21 enfrentan graves problemas de corrupción.
Colombia y las claves para una mejora significativa
A pesar de la leve mejoría en el índice, el puntaje de Colombia sigue siendo insatisfactorio lo cual evidencia los graves problemas de corrupción que aún enfrenta el país y que menoscaban los derechos fundamentales de gran parte de sus habitantes.
Algunas claves indican que es prioritaria la formulación e implementación de la Estrategia Nacional Anticorrupción incluida en artículo 200 del Plan Nacional de Desarrollo. Su principal reto es convertirse en política de Estado. Otros aspectos recomendados por Transparencia por Colombia, la Estrategia debe considerar un mejor acceso a la información pública por parte de la ciudadanía y del periodismo.
La corrupción no solo envuelve la pérdida de los recursos públicos, sino que tiene efectos nocivos en el ambiente, con víctimas y graves daños individuales y colectivos. De aquí que sea recomendable abordar la corrupción desde un enfoque más amplio que aborde su relación directa con otros delitos, la vulneración de los derechos humanos y la reparación de los daños y las víctimas.
Resulta necesario fortalecer las capacidades de la justicia y de los organismos de control para actuar ante estos casos y sancionar de manera ágil los hechos de corrupción, respetando el debido proceso. Se debe garantizar la independencia de las instancias judiciales e impedir que el abuso de poder político, el soborno y otras formas de corrupción influyan en sus decisiones. Este es un aspecto altamente relevante que debería considerarse por parte de la Comisión de Reforma a la Justicia recientemente conformada bajo el liderazgo del gobierno nacional.
Es prioritario que el Congreso avance en la discusión del proyecto de ley de protección a denunciantes de actos de corrupción radicado a finales del año pasado en la Cámara de Representantes, y que se fortalezcan los canales de denuncia de corrupción.
Todas estas claves deben estar acompañadas por un liderazgo ético desde el más alto nivel del gobierno, de manera que los ajustes a nivel normativo, institucional y cultural se vean reflejados en una mejora sostenida en los resultados del índice. “Avanzar en la lucha contra la corrupción, significa avanzar en el bienestar de todo el país. Nuestros esfuerzos deben ser más contundentes, mostrar más resultados. Debemos rechazar que ser corrupto sea normal y sumar esfuerzos desde todas las orillas para vencer la corrupción”, señala Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia.