INVERSIONES FORZOSAS, PERO PARA DETENER LA DESINFORMACIÓN
A veces uno se pregunta por qué la derecha militante, no la que genera ideología sino la que la sigue, y quizás por la animadversión de clase tendemos a pensar que está compuesta por personas muy brutas, pero no. La explicación la dio hace muchos años el médico Ernesto Guevara más conocido como el ‘Ché’, quien en una carta a sus hijos les dice que ‘Su padre es un hombre que vive como piensa y no al revés’. Por eso a la derecha hay que entenderla porque piensa como vive, en medio de privilegios que la hacen sentir superior y con derechos consuetudinarios indiscutibles.
Esta reflexión obedece a que, a raíz de la propuesta de las inversiones forzosas, la derecha colombiana, pendiente del mínimo desliz para atacar al Presidente y desde luego a todo el Gobierno del Cambio, salió a rasgarse las vestiduras ante una propuesta que para un público medianamente informado hubiera pasado hasta desapercibida, tomando en consideración que se trata de una práctica recurrente de los gobiernos para apoyar sectores que considera estratégicos.
Así en 1973 se aprobó la Ley 5ª con el objeto de estimular la capitalización del sector agropecuario, pero no ha sido ni la única ni la primera. Lo que se quiere resaltar aquí es que las inversiones forzosas se han venido haciendo en Colombia desde hace muchos años y se hacen porque los Gobiernos saben que voluntariamente los bancos no van a invertir en negocios que consideren muy riesgosos o que no ofrezcan la máxima rentabilidad.
Conviene señalar que anteriormente cada sector fuerte de la economía para evitar tener que recurrir a los agiotistas fundaban sus propios bancos. Así, hubo un Banco Ganadero, absorbido después por el BBVA, Banco Cafetero, Banco del Comercio, Banco Comercial Antioqueño, Banco Industrial Colombiano y la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero, entre muchos otros. Pero con el auge de la construcción se creó la Unidad de Poder Adquisitivo Constante UPAC y nacieron las corporaciones de ahorro y vivienda, de las cuales apenas sobrevivieron Davivienda y Las Villas convertidas luego en bancos comerciales.
Como puede verse el sector financiero ha estado ligado al desarrollo económico es una ley del capitalismo que éste termina devorando a muchos de sus antiguos clientes y conforman monopolios con intereses cruzados intersectoriales, de manera que, si el Gobierno quiere impulsar un sector determinado y no tiene los recursos suficientes, digamos en el Banco Agrario, recurre al mecanismo de las inversiones forzosas.
Pero la derecha, con tal de destruir cualquier indicio de mejoramiento en las condiciones de vida de la gente, sobre todo de la gente pobre, lanza acusaciones sin fundamento pero que hacen creer que se trata de inventos de última hora del Presidente. Los acusadores por lo general, no todos es cierto, saben lo que hacen, saben que es una información falsa, que ese mecanismo se ha venido utilizando desde mucho tiempo atrás, pero el objetivo es hacer daño y para esto tienen a sus corifeos en los medios de comunicación o a los ignorantes como Miguel Polo Polo o J.P. Hernández auténticos legos en materia presupuestal, eso sí unos magos en el arte de los memes, obedientes a los designios de la cabeza del Centro Democrático que es quien sí sabe lo que está haciendo.
Pensar de acuerdo a como se vive es una cosa, típica de quien no quiere abandonar su zona de confort. Vivir de acuerdo a como se piensa es algo muy diferente, es, quizás suene a romanticismo trasnochado, abandonar voluntariamente la zona de confort y desechar canonjías y lisonjas por pensar en el bien común y que hay personas que la pasan mucho peor que nosotros y es a esas personas a quienes se les debe ayudar para reivindicar la racionalidad que supuestamente es lo que nos hace superiores al resto de los mamíferos.
Por Manuel Álvaro Ramírez R. Magíster en Economía
Universidad de los Andes