¿Por qué mi perro se restriega en olores desagradables?

Los dueños de perros a menudo se encuentran con una conducta desconcertante y desagradable: sus mascotas se restriegan en animales muertos o excremento. Esta acción, aunque repulsiva para los humanos, tiene raíces profundas en el comportamiento canino y puede explicarse desde varias perspectivas.

Primero, los perros tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, mucho más agudo que el de los humanos. Cuando un perro se restriega en olores fuertes y desagradables, como los de un mortecino o excremento, está siguiendo un instinto ancestral. En la naturaleza, los ancestros de los perros, como los lobos, podían disfrazar su olor para evitar ser detectados por presas o depredadores. Al cubrirse con otros olores, los lobos podían acechar a sus presas sin ser detectados.

Otra teoría sugiere que los perros se restriegan en estos olores para comunicar información a otros miembros de su manada. Al regresar a su grupo, el perro lleva consigo información sobre dónde ha estado y qué ha encontrado, lo cual podría ser crucial para la supervivencia en la naturaleza.

Además, los perros son criaturas curiosas por naturaleza. Pueden sentirse atraídos por los olores fuertes simplemente porque son interesantes y distintos de los olores comunes que encuentran en su entorno diario. Esta curiosidad innata puede llevarlos a explorar y, en consecuencia, a restregarse en estos olores.

Los expertos recomiendan que los dueños desaconsejen este comportamiento, aunque no siempre es fácil de evitar. Mantener al perro con correa en áreas donde podría encontrar mortecinos o excremento, y entrenarlo con comandos de obediencia, como «no» o «déjalo», puede ser efectivo. Si el comportamiento persiste, consultar a un veterinario o un especialista en comportamiento animal podría ser necesario para abordar cualquier problema subyacente.

Aunque este comportamiento puede ser molesto para los dueños, es una parte natural del comportamiento canino con raíces evolutivas y comunicativas profundas. Entender por qué sucede puede ayudar a los dueños a manejarlo mejor y a apreciar las complejidades del instinto de sus mascotas.